LA FONTANA DI TREVI

LA FONTANA DI TREVI

Piazza di Trevi, 00187 Roma RM, Italia

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Fontana di trevi roma
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Bienvenido a la Fontana de Trevi; la Fontana di Trevi es la mayor de las famosas fuentes de Roma, escena del baño nocturno de la estrella de cine Anita Ekberg en “La Dolce Vita”, es un extravagante conjunto barroco de figuras mĂ­ticas y caballos salvajes construida en la fachada del Palacio Poli del siglo XVII por Nicola Salvi.

El concurso convocado por el Papa Clemente XII en 1731 fue ganado inicialmente por el escultor francés Lambert-Sigisbert Adam, pero mås tarde el encargo pasó a Salvi: se dice que el cambio se debió a que el pontífice no quería confiar la obra a un extranjero, pero otra versión explica que Adam tuvo que volver a Francia. Iniciada en 1732, fue finalmente confiada en 1759 a Pietro Bracci con la ayuda de su hijo Virginio. Ambos completaron la obra, que se inauguró en 1762.

La Fontana mas famosa de Roma, La Fontana di Trevi

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LA FONTANA DI TREVI, LA FUENTE MAS FAMOSA DE ROMA

La Fontana di Trevi esta inspirada en los arcos triunfales romanos, es la fuente barroca mås grande y famosa de Roma con 25,9 metros de altura y 19,8 metros de ancho. El diseño de la Fontana di Trevi, obra de Nicola Salvi en 1732, representa al dios marino Oceanus en un carro con forma de concha dirigido por Tritones con caballitos de mar -uno salvaje y otro dócil- que representan los estados de ånimo del mar.

En el nicho a la izquierda de Neptuno una estatua representa la Abundancia; a la derecha estå la Salubridad. El agua proviene del Aqua Virgo, un acueducto subterråneo del siglo I a.C., y el nombre de Trevi se refiere a los tres caminos que convergen en la fuente. En 1629, el papa Urbano VIII, le pidió a Bernini que bosquejara posibles renovaciones de la Fontana di Trevi, encontråndola insuficientemente vistosa. Después de la muerte del Papa, el proyecto fue abandonado. La contribución duradera de Bernini fue situar la fuente desde el otro lado de la plaza hacia el Palacio del Quirinal (para que el Papa pudiera verla y disfrutarla).

DespuĂ©s de una restauraciĂłn patrocinada por Fendi, terminada en 2015, la Fontana di Trevi brilla mĂĄs de lo que lo ha hecho durante años. La tradiciĂłn es tirar una moneda al agua, asegurando asĂ­ su regreso a Roma – en promedio se tiran unos 3.000 euros cada dĂ­a. Las figuras centrales de la fuente son Neptuno (Dios del mar), y los dos Tritones. Uno lucha por dominar un verdadero “caballito de mar”, el otro conduce un animal mucho mĂĄs dĂłcil. Estos simbolizan los dos estados de ĂĄnimo contrastantes del mar.

El sitio originalmente marca el punto terminal del antiguo acueducto Aqua Virgo construido en 19 a. C. y que abasteció a Roma durante mås de cuatrocientos años. La historia del descubrimiento del manantial de agua dulce canalizada en este acueducto estå representada en la fachada de la Fontana di Trevi.
Uno de los relieves de los primeros pisos muestra a una niña (la legendaria virgen que le dio el nombre del acueducto) que señala el manantial del que fluye el agua.

La fontana di Trevi Roma
La fontana de Trevi Roma

El tema de toda la composición es el mar. Se encuentra en una gran piscina rectangular con esquinas redondeadas, rodeada por un paseo que va de un lado a otro, encerrado a su vez en un corto tramo de escaleras justo debajo del nivel de la calle de la plaza. Salvi utilizó el sistema de escaleras para compensar la diferencia de altura entre los dos lados de la plaza: el lado izquierdo (hacia la colina del Quirinal) es, de hecho, mucho mås alto que el otro, hasta el punto de que tuvo que recurrir a un pequeño parapeto para delimitar la calzada, parcialmente cubierto por rocas, en una de las cuales estå tallado un escudo cardenalicio que representa un león rampante.

El escenario estĂĄ dominado por un acantilado rocoso que ocupa toda la parte inferior del palacio, en cuyo centro hay un gran nicho bordeado de columnas que lo hace destacar como si estuviera bajo un arco de triunfo. AquĂ­ se encuentra una gran estatua de Oceanus, obra de Pietro Bracci (1759-1762, segĂșn un diseño de Giovanni Battista Maini), con formas musculosas y opulentas y una mirada orgullosa y altiva: El dios, envuelto en un manto que apenas le cubre la pelvis y el pubis, es captado mientras cabalga en un carro con forma de concha tirado por dos caballos alados, apodados respectivamente “caballo agitado” (el de la izquierda) y “caballo plĂĄcido”, en referencia a los momentos similares del mar, a veces tranquilo y a veces tormentoso. A ambos lados del gran nicho central hay otros dos nichos mĂĄs pequeños, ocupados por las estatuas de la Salubridad (a la izquierda de Oceano) y la Abundancia (a la derecha de Oceano), esta Ășltima representada sosteniendo el simbĂłlico cuerno lleno de frutas y monedas. Ambas estatuas son obra de Filippo Della Valle. Los tres nichos estĂĄn delimitados por cuatro grandes columnas.

Detalles de la Fontana

AdemĂĄs, a ambos lados del arco principal, por encima de los dos nichos, hay dos paneles en bajorrelieve que representan a Agripa en el acto de aprobaciĂłn de la construcciĂłn del acueducto Aqua Virgo de Giovan Battista Grossi (por encima de la estatua de la Abundancia). Y la “virgen” que muestra a los soldados la ubicaciĂłn de los manantiales, de Andrea Bergondi (sobre la estatua de Salubridad). la Fontana di Trevi tambiĂ©n estĂĄ adornada con numerosas decoraciones de mĂĄrmol que representan especies vegetales: una planta de alcaparras en la fachada del Palacio Poli, una higuera silvestre enraizada en lo alto de la balaustrada, un arbusto de gordolobo, una chumbera, cuatro brotes de hiedra, calte y juncos de lago, un tronco de roble bajo la estatua de La Salute, una alcachofa, una parra con cuatro racimos de uva, una colocasia flotando en el agua, una higuera, un ciombolino y un grupo de plantas perennes donde termina el acantilado de travertino. La composiciĂłn se completa con un caracol que se arrastra sobre la colocasia y una lagartija que se esconde en una pequeña cavidad abierta en la fachada.

Las cuatro grandes columnas corintias sostienen el alzado superior, en el que hay, en cada columna, cuatro estatuas alegóricas mås pequeñas: de izquierda a derecha, la Abundancia de frutas de Agostino Corsini, la Fertilidad de los campos de Bernardino Ludovisi, la Riqueza del otoño de Francesco Queirolo y la Amenidad de los jardines de Bartolomeo Pincellotti (1735). En el centro, entre las dos estatuas centrales, coronadas por un imponente escudo Corsini del Papa Clemente XII apoyado en dos representaciones de la Fama de Paolo Benaglia, se encuentra la gran inscripción conmemorativa-inaugurativa que el pontífice quiso colocar con cierta premura:

detalles de la fontana di trevi
Detalles de la Fontana di Trevi

(Latin)
“CLEMENS XII PONT MAX
AQVAM VIRGINEM
COPIA ET SALVBRITATE COMMENDATAM
CVLTV MAGNIFICO ORNAVIT
ANNO DOMINI MDCCXXXV PONTIF VI”.

(Español)

“En el año de Nuestro Señor de 1735, el sexto de su pontificado, Clemente XII P.M. adornĂł con una obra maravillosa el Acueducto de la Virgen, famoso por [su] abundancia y salubridad”.

El acantilado de travertino, animado por plantas y animales esculpidos, y animado por el abundante flujo de agua, fue creado, al igual que las esculturas, por artistas de Bernini como Maini, Pincellotti, Bracci y Della Valle. Éstos, junto con una multitud de artesanos de distintas especialidades (caldereros, latoneros y plateros, carpinteros, pintores, canteros, tallistas
) fueron dirigidos y organizados magistralmente por Salvi. En la parte central, el orden corintio Ășnico, que recuerda tipolĂłgicamente a los arcos de triunfo romanos, divide el espacio en paneles laterales con esculturas y bajorrelieves relativos a la historia del descubrimiento y la gestiĂłn del agua de la Virgen.

La gran estatua de Océano de la Fontana di Trevi

El agua brota de las rocas en varios puntos: bajo el carro del OcĂ©ano llena tres estanques antes de desembocar en el estanque mayor. Las tres pilas no formaban parte del diseño original de Salvi, sino que se añadieron tras los cambios realizados por Giuseppe Pannini, que le sustituyĂł tras su muerte. Otro cambio sustancial se refiere a los temas de las dos estatuas laterales, que inicialmente representaban a Agripa y a la “virgen Trivia”.

Dado el tamaño y la complejidad de la obra, muchos escultores participaron en la creación de los distintos grupos de estatuas.

La descripción de la obra se completa con la curiosa e inesperada escultura de un objeto que recuerda una anécdota: en las rocas que cubren el parapeto de la izquierda de la Fontana di Trevi se esculpió un gran jarrón de travertino (llamado Asso di coppe por su forma, que recuerda mucho al símbolo representado en los naipes). La chåchara de la época (pero la anécdota estå bastante acreditada) es que Salvi la hizo colocar allí para molestar la vista de un barbero que tenía su tienda al lado y no paraba de criticar el trabajo del arquitecto. Parece que de este modo el jarrón -que en realidad no tiene nada que ver con el tema de la fuente, ni hay nada similar en el otro lado- impidió al crítico inadecuado tener una visión fåcil de la obra.

Trevi_Fountain_(Rome)_-_Oceanus_Front_view
La gran estatua del Oceano en la Fontana di Trevi

Curiosidades de La Fontana de Trevi

El símbolo de la ciudad que representa, y probablemente también la grandeza de la propia la Fontana di Trevi, estå en el origen de las leyendas y anécdotas que giran en torno a ella y que han pasado a formar parte de la cultura popular romana:

  • La tradiciĂłn mĂĄs conocida y persistente es la de arrojar una moneda a la fuente: hacerlo con los ojos cerrados, dando la espalda al Palacio Poli, propiciarĂ­a un futuro regreso a la ciudad. Los orĂ­genes de la tradiciĂłn pueden derivar de la antigua costumbre de arrojar Ăłbolos o pequeños regalos a las fuentes sagradas para propiciar a las deidades locales, como en el caso de los pozos de los deseos. La introducciĂłn del lanzamiento de monedas en la Fontana di Trevi se atribuye al arqueĂłlogo alemĂĄn Wolfgang Helbig, que permaneciĂł en Roma durante mucho tiempo en los siglos XIX y XX. Helbig, que era un referente de la vida social alemana en Roma, se inspirĂł en estos antiguos rituales para aligerar la despedida de sus invitados de la ciudad eterna. El Ayuntamiento de Roma aprobĂł en 2006 una resoluciĂłn para introducir el lanzamiento de una moneda en la Fontana di Trevi.
  • El Ayuntamiento de Roma resolviĂł en 2006 que todas las monedas recuperadas (una suma equivalente a unos tres mil ochocientos euros diarios) se destinaran a CĂĄritas de la capital; esto, sin embargo, no impide que algunos “aficionados” intenten recuperaciones personales no autorizadas y sancionadas.
  • SegĂșn otra tradiciĂłn, cuando la fuente aĂșn sacaba agua para beber (y el agua de Trevi, que hoy sĂłlo se utiliza para el riego y para alimentar las fuentes, estaba considerada entre las mejores de Roma, porque no es calcĂĄrea), las chicas hacĂ­an beber a sus novios un vaso de ella, que luego rompĂ­an en señal de buena suerte y fidelidad.
  • Hoy existe otra versiĂłn. Se supone que los dos amantes beben juntos de la “Fuente de los Enamorados”, a la derecha del monumento. Es una forma de asegurar que permanezcan fieles para siempre.

MĂșsica

  • Ottorino Respighi escribiĂł poemas sinfĂłnicos, entre ellos uno titulado Le Fontane di Roma, que presenta cuatro impresiones poĂ©ticas. Uno de ellos estĂĄ dedicado a la majestuosa Fontana di Trevi, titulado precisamente La Fontana di Trevi al meriggio. “Las figuras mitolĂłgicas de la fuente monumental de Salvi inspiraron a Respighi la idea de un triunfo sonoro y pomposo de Neptuno rodeado de otras divinidades marinas”- asĂ­ escribiĂł Gino Roncaglia en su libro Invito alla musica.
  • En el videoclip de Pfuati Gott Elisabeth, un Ă©xito de la Spider Murphy Gang, filmado en Roma, el frontman Gunther Sigl se baña en la Fontana di Trevi con la ropa puesta.

Filatelia

  • En 1973, Correos de Italia dedicĂł un sello de 25 liras a la Fontana di Trevi.
  • En 2002, Correos emitiĂł un sello de 0,46 euros.

Como tirar la moneda en la Fontana di Trevi

La tradición dice que una moneda arrojada al agua garantiza el regreso de un visitante a Roma, pero recuerda que para que salga todo bien, tienes que tirar la moneda con la mano derecha por encima del hombro izquierdo con la espalda hacia el agua y esto garantiza un viaje de regreso a Roma. Este conocido mito ha asegurado que miles de euros sean arrojados a la Fontana di Trevi todos los días por turistas desesperados por la oportunidad de regresar; el dinero se usa para proyectos de caridad, por lo que los visitantes al menos apoyan una buena causa, aunque a menudo sin saberlo. ¥También hay intentos regulares de robar dinero de la Fontana di Trevi!

La Fontana de Trevi en el Cine

El mundo del cine ha inmortalizado La Fontana de Trevi  en muchas pelĂ­culas y se ha convertido en una de las principales atracciones de Roma al igual que otros monumentos igualmente famosos, la fuente se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad. Como tal, no podĂ­a ser ignorada por el mundo del cine, que no fue indiferente a la magnificencia y la fama de la Fontana di Trevi y utilizĂł su escenario e imagen en varias ocasiones. Entre los principales:

  • La primera pelĂ­cula en la que la Fontana di Trevi fue protagonista fue la estadounidense Tre soldi nella fontana (1954), dirigida por Jean Negulesco, donde la fuente del tĂ­tulo es precisamente la de Trevi.
  • El monumento es tambiĂ©n protagonista de una de las escenas mĂĄs famosas del cine italiano y, quizĂĄs, del mundo: en La dolce vita (1960) de Federico Fellini, Anita Ekberg se lanza a la piscina, invitando a Marcello Mastroianni a hacer lo mismo.
  • En Risate di gioia (1960) de Mario Monicelli: Lello (Ben Gazzara) intenta convencer al turista americano borracho (Fred Clark) de que se bañe en la fuente para robarle.
  • En TotĂČtruffa 62, pelĂ­cula de 1961 de Camillo Mastrocinque, TotĂł vende la fuente a un turista despistado, haciĂ©ndose pasar por su legĂ­timo propietario.
  • La pelĂ­cula que lleva su nombre -Fontana di Trevi- fue realizada en 1964 por el director Carlo Campogalliani con guiĂłn de Federico Zardi.
  • En la pelĂ­cula de 1974 C’eravamo tanto amati (Fuimos tan amados), de Ettore Scola, hay una escena nocturna que representa el escenario de La dolce vita. Federico Fellini y Marcello Mastroianni hicieron dos cameos amistosos en los que se interpretaron a sĂ­ mismos en la pelĂ­cula de culto 14 años antes.

El mejor momento para visitar es de noche cuando estĂĄ increĂ­blemente iluminado. Apropiadamente para una fuente que se asemeja a un escenario, la Fontana de Trevi ha sido la estrella de muchas pelĂ­culas filmadas en Roma, incluidas pelĂ­culas romĂĄnticas como â€œTres monedas en una fuente” y “Fiesta romana”, pero tambiĂ©n â€œLa dolce vita”,  retrato satĂ­rico de Roma de Federico Fellini en la dĂ©cada de 1950.

La mĂĄs famosa, la Fontana de Trevi es donde Anita Ekberg se vistiĂł con un vestido de gala en el clĂĄsico de Fellini La Dolce Vita (1960); aparentemente usĂł botas de pescador bajo su icĂłnico vestido negro pero aĂșn asĂ­ temblĂł durante la sesiĂłn de invierno. La Fontana di Trevi tambiĂ©n apareciĂł en la pelĂ­cula de Jean Negulesco Three Coins in the Fountain (1954), mĂĄs recordada por su tema musical cantado por Frank Sinatra.

La Fontana di TreviestĂĄ muy concurrida durante el dĂ­a; visĂ­tela por la noche cuando estĂĄ bellamente iluminada y podrĂĄ apreciar su espumosa majestad sin tan grandes hordas.

la Fontana de Trevi es donde Anita Ekberg se vistiĂł con un vestido de gala en el clĂĄsico de Fellini La Dolce Vita
La Fontana de Trevi es donde Anita Ekberg se vistiĂł con un vestido de gala en el clĂĄsico de Fellini La Dolce Vita

Historia de la Fontana di Trevi

El periodo clĂĄsico

La historia dela Fontana di Trevi estå estrechamente ligada a la de la restauración del Aqua Virgo, el acueducto de las aguas vírgenes, que se remonta a la época del emperador Augusto: de hecho, el arquitecto Marco Vipsanio Agripa (su yerno) llevó el agua corriente de la cuenca del manantial del Salone, en la vía Collatina, hasta el Campus Martius, para abastecer las termas deseadas y realizadas por el propio Agripa, que también construyó el Panteón (cuyo frontón lleva su nombre). El acueducto, activo desde hace mås de dos mil años, tiene casi veinte kilómetros de longitud, bajo tierra.

El periodo tardoantiguo-medieval

Aunque comprometida y muy reducida en su capacidad tras los daños causados por el asedio de Vitiges a los godos en el año 537, el Acqua Vergine siguiĂł en uso durante toda la Edad Media, con restauraciones atestiguadas ya en el siglo VIII, y luego de nuevo por el Ayuntamiento en el siglo XII, cuando el conducto se conectĂł tambiĂ©n a otras fuentes mĂĄs cercanas a la ciudad, situadas en un lugar entonces llamado “Trebium”, que puede ser el origen del nombre dado ala Fontana di Trevi. Este acueducto es el mĂĄs antiguo de Roma que sigue en funcionamiento, y el Ășnico que nunca ha dejado de suministrar agua a la ciudad desde la Ă©poca de Augusto.

La Ă©poca del Renacimiento

El punto terminal del Aqua Virgo en la Edad Media estaba en el lado oriental de la colina del Quirinal, cerca de un trivium (Treio, en la lengua de la Ă©poca: otra hipĂłtesis, bastante creĂ­ble, sobre el origen del nombre). En el centro de la encrucijada se construyĂł una fuente con tres bocas que vertĂ­an agua en tres pilas distintas, una al lado de la otra; la primera documentaciĂłn grĂĄfica de la “Fontana del Treio” (o “de Trevi”), asĂ­ representada, data de 1410. Poco despuĂ©s, en 1453, Leon Battista Alberti, por encargo del Papa NicolĂĄs V, sustituyĂł las tres pilas por una Ășnica y larga pila rectangular, apoyĂĄndola sobre un muro rĂșstico y almenado y restaurando los tres mascarones de los que manaba el agua. Se colocĂł una placa en el muro para conmemorar la intervenciĂłn:

“NICOLAVS V. PONT. MAX.
POST ILLVSTRATAM INSI-
GNIBVS MONUMEN. VRBEM
DVCTVM AQVAE VIRGINIS
VETVST. COLAPSO. REST. 1453″

“NicolĂĄs V, Pontifex Maximus, despuĂ©s de haber embellecido la ciudad con importantes monumentos, restaurĂł el conducto Acqua Vergine de su antiguo estado de abandono en 1453.

Tras varias intervenciones menores, en 1570 el Papa Pío V llevó a cabo otra gran restauración de todo el acueducto; en esa ocasión también se reconectaron los manantiales originales.

El perĂ­odo barroco

Gian Lorenzo Bernini, Papa Urbano VIII (1632); Ăłleo sobre lienzo, 67 x 50 cm, Galleria Nazionale d’Arte Antica, Roma FOTO

Tras una serie de proyectos presentados por varios arquitectos y nunca realizados, hacia 1640 el papa Urbano VIII encargĂł al arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini que “transformara” la plaza y la fuente, para crear un nuevo nĂșcleo escenogrĂĄfico cerca del palacio familiar (Palazzo Barberini) entonces en construcciĂłn, visible tambiĂ©n desde el Palazzo del Quirinale, la residencia papal. Bernini diseñó una gran pantalla de agua y, antes incluso de obtener la autorizaciĂłn, comenzĂł las obras, financiadas, entre otras cosas, por el producto de un inoportuno impuesto sobre el vino impuesto a los romanos. Por ello, ampliĂł la plaza (que al principio era sĂłlo un trivium) demoliendo algunas casas a la izquierda de la fuente existente, y luego la hizo girar en ĂĄngulo recto, hasta alinearla como hoy, frente al Quirinal. La exposiciĂłn, conocida por varios documentos ilustrados, debĂ­a estructurarse en dos grandes cuencas semicirculares concĂ©ntricas, en cuyo centro un pedestal, justo por debajo de la superficie del agua, debĂ­a servir de base a un grupo, probablemente centrado en la estatua de la “virgen de la Trivia”. Pero los fondos para el proyecto se agotaron pronto y, ademĂĄs, se redujeron drĂĄsticamente a causa de la guerra que el Papa habĂ­a declarado al Ducado de Parma y Piacenza: no se esculpiĂł la estatua central y la obra se detuvo. En el traslado tambiĂ©n se perdieron los restos de la placa dedicada al Papa NicolĂĄs V.

La muerte de Urbano VIII en 1644 y el siguiente pleito contra la familia Barberini por parte del nuevo Papa Inocencio X hicieron que se abandonara el proyecto de Bernini. Por el contrario, Bernini, que habĂ­a caĂ­do en desgracia por haber sido el arquitecto de la familia Barberini, recibiĂł la sencilla tarea de prolongar el Acqua Vergine hasta la plaza Navona, donde Francesco Borromini debĂ­a construir una nueva exposiciĂłn monumental frente al palacio de la familia del pontĂ­fice (Pamphili).

Pasaron casi sesenta años antes de que Clemente XI volviera a abordar el problema de encontrar una soluciĂłn parala Fontana di Trevi, pero los proyectos de Carlo Fontana (un obelisco sobre un conjunto de rocas, segĂșn el modelo de la fuente de los Quattro Fiumi) y de Bernardo Castelli (una columna sobre una base rocosa, con una rampa en espiral), no tuvieron mĂĄs Ă©xito. La misma suerte corrieron los diseños de varios otros arquitectos, que tambiĂ©n incluyeron la demoliciĂłn parcial de los edificios que Bernini habĂ­a dejado tras la Fontana di Trevi.

ParecĂ­a ser la Ășltima oportunidad, porque la familia del prĂłximo papa Inocencio XIII (los Condes, duques de Poli) habĂ­a ampliado recientemente la propiedad de la familia hasta la plaza de Trevi, comprando los dos edificios situados detrĂĄs de la Fontana di Trevi para sustituirlos por un palacio noble. Por tanto, cualquier proyecto de construcciĂłn de una fuente monumental podrĂ­a haber comprometido y dañado el palacio, por lo que debĂ­a evitarse cuidadosamente.

Un curioso episodio se produce durante el pontificado del siguiente Papa Benedicto XIII, originario de Gravina di Puglia, quien, en un espĂ­ritu de parroquialismo, prefiriĂł a los artistas estrictamente del sur de Italia a los arquitectos mĂĄs famosos de la Ă©poca, pero cuyos diseños eran decididamente pobres. La Ășnica obra realizada fue una estatua de la Virgen con el Niño del napolitano Paolo Benaglia, quizĂĄ destinada al pedestal que Bernini habĂ­a colocado en el centro de las dos piscinas. El episodio es curioso porque el artista entendiĂł que la “Virgen” a la que se refiere el nombre del acueducto era la Madonna, y no la joven que, segĂșn una leyenda popular relatada por el antiguo polĂ­tico romano Sexto Julio Frontino, habrĂ­a mostrado a los soldados enviados por Agripa el lugar donde se encontraba el manantial del que se podĂ­a extraer agua para el nuevo acueducto, que recibiĂł el nombre de “Virgen” en recuerdo del episodio. Es sorprendente que ni siquiera el pontĂ­fice haya sido informado de la metedura de pata. Sin embargo, la estatua se ha perdido.

El periodo neoclĂĄsico

Giovanni Paolo Pannini, Fontana di Trevi (siglo XVIII); óleo sobre lienzo, 50,2×64,8 cm, Museo de Bellas Artes de Boston
Giovanni Paolo Pannini, La Fontana di Trevi (siglo XVIII); óleo sobre lienzo, 50,2×64,8 cm, Museo de Bellas Artes de Boston FOTO

Aparte del paréntesis de diez años (1721-1730) de los pontificados de Inocencio XIII y Benedicto XIII, a principios del siglo XVIII la Fontana di Trevi se convirtió en un tema obligado para los numerosos arquitectos que vivían o visitaban Roma, y la Accademia di San Luca la hizo objeto de varios concursos. Se conocen dibujos y pensamientos de Nicola Michetti, Luigi Vanvitelli, Ferdinando Fuga y otros arquitectos italianos y extranjeros.

Fue el Papa Clemente XII, en 1731, quien retomó el destino de la plaza y dela Fontana di Trevi: en el marco de los grandes encargos de su pontificado que llevarían a la realización de grandes edificios inacabados, convocó un importante concurso para la construcción de una gran pantalla de agua. Tras rechazar varios proyectos que intentaban conservar la fachada del palacio de Poli, se apostó por los diseños de Ferdinando Fuga, Nicola Salvi y Luigi Vanvitelli, para gran disgusto de los duques de Poli (Italia), todavía propietarios del edificio, que habrían visto la fachada de su palacio disminuida en dos vanos de ventana y, ademås, coronada con el escudo heråldico de la familia del Papa, los Corsini. Clemente XII no quiso atender a razones, encargó los proyectos a una comisión de expertos y el concurso lo ganó Nicola Salvi.

La obra se basaba en un proyecto que conciliaba las influencias barrocas y, mĂĄs aĂșn, las de Bernini con el nuevo monumentalismo clasicista que iba a caracterizar todo el pontificado de Clemente XII. Salvi retomĂł la idea bĂĄsica del Papa Urbano VIII y de Bernini, a saber, la de narrar la historia del Acqua Vergine a travĂ©s de la uniĂłn de la arquitectura y la escultura. El proyecto de Salvi tambiĂ©n fue elegido porque era mĂĄs barato que los demĂĄs.

La obra fue financiada por 17.647 escudos. Estos fondos se recaudaron en parte gracias a la reintroducciĂłn de la loterĂ­a en Roma. La construcciĂłn dela Fontana di Trevi comenzĂł en 1732, y Clemente XII la inaugurĂł en 1735, con las obras aĂșn en curso. Sin embargo, en 1740 se interrumpiĂł de nuevo la construcciĂłn de la fuente, que se reanudĂł dos años despuĂ©s. Entre las causas del larguĂ­simo tiempo de construcciĂłn, ademĂĄs de la indudable grandeza de la obra, estaban el considerable aumento de los costes y, por tanto, de los fondos necesarios, y las frecuentes disputas entre Salvi y Giovanni Battista Maini, el escultor encargado de la fuente. Ninguno de los dos verĂ­a terminada la obra: Nicola Salvi muriĂł en 1751 y Maini al año siguiente. Pero ni siquiera el Papa vio terminada la obra (y quizĂĄ por ello quiso inaugurarla antes), al igual que su sucesor Benedicto XIV (que quizĂĄ por la misma razĂłn exigiĂł una segunda inauguraciĂłn en 1744).

La primera fase de las obras se completĂł en 1747, cuando se terminaron las estatuas y las rocas de la posta. A Giuseppe Pannini se le encomendĂł la tarea de terminar finalmente la obra, pero fue destituido de su cargo por las variaciones que introdujo en el proyecto original, y la obra se retrasĂł aĂșn mĂĄs. En 1759 se encargĂł la tarea al escultor Pietro Bracci, ayudado por su hijo Virginio. La Fontana di Trevi se completĂł finalmente despuĂ©s del conjunto escultĂłrico central, durante el pontificado del Papa Clemente XIII. En la tarde del 22 de mayo de 1762, un domingo (despuĂ©s de treinta años de trabajos de construcciĂłn), la obra fue finalmente devuelta al pĂșblico en toda su majestuosidad (y el Papa la inaugurĂł por tercera vez).

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Giovanni Battista Piranesi, Fontana di Trevi

Desde el primer boceto realizado por Maini hasta la realizaciĂłn final del grupo escultĂłrico por Bracci, la obra fue reinterpretada en clave ilustrada. De hecho, las nuevas ideas procedentes de Francia se abren paso en la cultura romana: el caballo negro y el caballo blanco encuentran su expresiĂłn en la ejecuciĂłn de Bracci.

La Fontana di Trevi hoy

Desde el punto de vista de la restauración, la Fontana di Trevi fue objeto de una importante intervención de conservación en 1998, cuando se limpió la fuente y se modernizó el sistema hidråulico. La restauración mås reciente comenzó el 4 de junio de 2014, patrocinada por Fendi. Los trabajos de limpieza y consolidación afectaron inicialmente a las dos fachadas laterales de la fuente, para concentrarse después en las estatuas, el acantilado de la fuente y la nueva impermeabilización de la pila, iniciando un largo proceso de limpieza de la piedra caliza, microarenado, enlucido, reintegración de las pinturas, consolidación de los caballos alados, reordenación de los adoquines de la plaza y de la cortina de ladrillos, modernización de las farolas históricas y limpieza de las letras doradas que componen la dedicatoria del monumento. Los trabajos de restauración se prolongaron durante diecisiete meses, durante los cuales la fuente estuvo parcialmente abierta a los visitantes gracias a la presencia de una pasarela panoråmica que permitía atravesarla. El ritual del lanzamiento de monedas se mantuvo con la colocación de una pequeña pila, en la que turistas y ciudadanos podían seguir lanzando monedas y pidiendo deseos. La ceremonia del regreso de la Fontana di Trevi tuvo lugar el 3 de noviembre de 2015, en presencia de cientos de personas, con una reapertura de los tubos del Acquedotto Vergine que llenaban la cuenca.

En el verano de 2019, la Fontana di Trevi se sometió a trabajos de renovación del sistema de iluminación artística. La nueva iluminación fue presentada el 18 de septiembre de 2019 por la alcaldesa Virginia Raggi. El sistema renovado cuenta con 85 proyectores subacuåticos y 6 proyectores en estantería. La potencia total instalada, con tecnología LED, es de sólo 2,1 kW y consigue un ahorro energético del 70% respecto a las anteriores låmparas de sodio. La puntería de algunos proyectores colocados en las conchas detrås de la estatua de Oceano ha permitido resaltar la estructura central del monumento, mientras que otros proyectores en el interior de la piscina y al pie del arrecife y de las estatuas laterales afinan los detalles en el lateral del cuerpo central.

El Acueducto de la Virgen (Aqua Virgo)

El Acueducto de la Virgen (Aqua Virgo) es el Ășnico de los once acueductos principales de la antigua Roma que ha permanecido en funcionamiento continuo hasta nuestros dĂ­as, abasteciendo las fuentes monumentales de la ciudad barroca, incluida la Fontana di Trevi.

Es precisamente la Fontana di Trevi, en la Ă©poca moderna, la que representa su exposiciĂłn final.

Inaugurado en el año 19 a.C. por Agripa, yerno del emperador Augusto, probablemente su nombre se deba a la pureza y frescura de sus aguas, aunque una evocadora leyenda lo remonta a la joven que señalĂł los manantiales a los soldados encargados de la bĂșsqueda.

El Aqua Virgo nacĂ­a en los manantiales del Agro Lucullano, cerca de la octava milla de la vĂ­a Collatina, en la actual localidad de Salone, y terminaba en Campo Marzio tras un recorrido mayoritariamente subterrĂĄneo de mĂĄs de 20 kilĂłmetros. Partiendo de una zona al sureste de Roma, entraba en la ciudad por el norte, tras realizar un amplio arco. SeguĂ­a la vĂ­a Collatina hasta Portonaccio, donde cruzaba la vĂ­a Tiburtina. El acueducto cruzaba el Fosso della Marranella sobre arcos en su confluencia con el Aniene. AquĂ­ es visible una gran secciĂłn elevada, de 320 metros de longitud, construida en celosĂ­a de toba. A continuaciĂłn, el Aqua Virgo se dirigiĂł hacia la Nomentana y la Salaria, luego, doblando hacia el sur, atravesĂł las zonas de Villa Ada y Parioli, pasando por debajo del ninfeo de Villa Giulia, y entrĂł en la ciudad cerca del Muro Torto.

Una piscina limaria (tanque de decantaciĂłn) se encontraba cerca de las laderas del Pincio, donde el antiguo conducto es accesible por una pintoresca escalera de caracol construida durante el Renacimiento. En la Via Due Macelli el camino se abriĂł y continuĂł en arcos. En el interior de la “Rinascente”, en la vĂ­a del Tritone y cerca de la vĂ­a del Nazareno, se pueden ver restos impresionantes. AquĂ­ se conservan, parcialmente enterrados, tres arcos de bloques de travertino rĂșstico a ambos lados de un arco mayor. Sobre este Ășltimo, identificado como el arco construido por Claudio para celebrar su victoria sobre los germanos, se encuentra la inscripciĂłn que conmemora la restauraciĂłn del Acueducto de la Virgen realizada en el año 46 d.C. por el mismo emperador. Dice asĂ­: Ti(berius) Claudius Drusi f(ilius) Caesar Augustus Germanicus / pontifex maxim(us) trib(unicia) potest(ate) V imp(erator) XI p(ater) p(atriae) co(n) s(ul)desig(natus) IIII / arcus ductus aquae Virginis disturbatos per C( aium) Caesarem / a fundamentis novos fecit ac restituit (Tiberio Claudio, hijo de Druso, CĂ©sar Augusto GermĂĄnico, pontifex maximus, investido por quinta vez con el poder de tribunicia, aclamado emperador por undĂ©cima vez, padre de la patria, cĂłnsul nombrado por cuarta vez, reconstruyĂł y restaurĂł desde los cimientos los arcos del acueducto del agua de la Virgen, dañados por Cayo CĂ©sar (CalĂ­gula)). El incidente ha sido relacionado por algunos con la construcciĂłn de un anfiteatro en el Campus Martius promovido por CalĂ­gula y que nunca llegĂł a completarse.

Bajo el palacio Sciarra, cerca de la Via del Corso, se pueden ver otros dos arcos de travertino, la antigua Via Lata, que el Aqua Virgo atravesaba con un gran arco, transformado por Claudio en arco de triunfo para celebrar la conquista de Britania. Tras pasar por la plaza de S. Ignacio, el conducto llegaba a la vĂ­a del Seminario, donde probablemente se encontraba el castellum terminal, como escribiĂł Frontino en su tratado sobre acueductos, frente a la fachada de la Saepta, el gran edificio pĂșblico situado cerca del PanteĂłn y de las adyacentes Termas de Agripa.

La historia del agua de Virgo

Marco Vipsanio Agripa, yerno del emperador Augusto, construyĂł el acueducto de Virgo en el año 19 a.C., tomando los manantiales del rĂ­o Aniene para abastecer sus baños en Campo Marzio. Casiodoro nos dice que “el aqua Virgo fluye con deliciosa pureza porque mientras las otras aguas son invadidas por materia fangosa durante las fuertes lluvias, el flujo del Virgo es siempre tan claro como bajo un cielo sin nubes”.

Saltando a través de siglos de historia tenemos que remontarnos hasta 1731, cuando el Papa Clemente XII convocó un importante concurso para la construcción de una gran exposición de agua, punto final del acueducto de Virgo. El concurso lo ganó Nicola Salvi.

La construcciĂłn de la fuente comenzĂł en 1732 y tardĂł mucho tiempo en ser completada por Giuseppe Pannini. Finalmente, en la tarde del 22 de mayo de 1762, bajo el pontificado del Papa Clemente XIII, se inaugurĂł la fuente. Varios artistas contribuyeron a la maravillosa grandeza y majestuosidad de la obra, creando las estatuas, las rocas y el complejo escultĂłrico central. Sin embargo, tras su fachada se esconde un complejo sistema hidrĂĄulico.

Descubrir los secretos de la Fontana di Trevi

En esta visita se podrĂĄ acceder de forma excepcional al castillo hidrĂĄulico del Acueducto de la Virgen, un lugar desconocido y generalmente inaccesible de importancia histĂłrica y logĂ­stica, fundamental para el funcionamiento y movimiento de toda la masa de agua que vemos fluir cada vez que pasamos por delante de la Fontana di Trevi.

Los acueductos romanos se construĂ­an segĂșn normas codificadas que especificaban la funciĂłn de las cuencas de recogida y sedimentaciĂłn. Hoy en dĂ­a, la disponibilidad de tuberĂ­as presurizadas ofrece a los fontaneros soluciones que al principio sĂłlo eran posibles con tuberĂ­as de plomo en dimensiones tĂ©rmicas.

CĂłmo llegar a la Fontana di Trevi

CĂłmo llegar a la Fontana di Trevi en coche

  • Desde el norte: tome la autopista A1 y salga en Roma Nord, luego continĂșe por el Grande Raccordo Anulare y salga en Settebagni. Desde allĂ­, continuar en direcciĂłn a Via Salaria, luego hacia el centro y Porta Pinciana hasta la Piazza Barberini; tomar Via delle Quattro Fontane y seguir las indicaciones para Fontana di Trevi.
  • Desde el este: desde la autopista A1, tome la salida Tangenziale Est y tome Via Tiburtina. Siga las indicaciones hacia la estaciĂłn Termini y desde los Foros Imperiales, llegando a la Plaza Venecia. Desde aquĂ­, continĂșa hacia la Fontana de Trevi.
  • Desde el sur: en la autopista A1, tomar la autopista Grande Raccordo Anulare hasta la salida 23 Appia. En San Giovanni, siga las indicaciones para el Coliseo, luego los Foros Imperiales y la Plaza de Venecia. ContinĂșe hasta la Fontana de Trevi.

CĂłmo llegar a la Fontana di Trevi en tren

Una vez que llegue a la estaciĂłn Termini, se puede llegar a la Fontana de Trevi en taxi o l con el metro (lĂ­nea A, direcciĂłn Battistini), baje en la Piazza Barberini, a sĂłlo 5 minutos a pie de la Fontana de Trevi.

CĂłmo llegar a la Fontana di Trevi en aviĂłn

Desde el aeropuerto Leonardo da Vinci de Fiumicino, tome la autopista hasta la salida de Via Cristoforo Colombo. Luego sigue las indicaciones para el centro de la ciudad y San Giovanni, el Coliseo, luego el Foro Imperial y la Piazza Venezia. Desde aquĂ­ se llega a la Fontana de Trevi, el hotel estĂĄ a sĂłlo 100 metros, en Via Poli.

Alternativamente, puede tomar uno de los taxis que estĂĄn a las afueras del aeropuerto o el autobĂșs de Terravision o el tren Leonardo Express a la estaciĂłn de Termini.

CĂłmo llegar a la Fontana di Trevi en transporte pĂșblico

En transporte pĂșblico desde la estaciĂłn de Termini: Camine 200 metros hasta la parada de DE NICOLA/TERMINI. Tome la lĂ­nea 85 (ROCCA DI PAPA/COLLEPARDO) para 6 paradas. El autobĂșs 85 pasa cada 7 minutos. BĂĄjate en la parada de SAN CLAUDIO. ContinĂșe a pie durante 50 metros hasta llegar a la Via del Tritone.

La Fontana de Trevi estĂĄ situada en la plaza de Trevi (Piazza di Trevi), a poca distancia de la Plaza de España y de la Piazza Navona.   

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