CALTAGIRONE
Caltagirone



Entre pueblo y ciudad, Caltagirone es de ese tipo de tesoros que conviene descubrir y degustar con paciencia y dedicación. Situada en la provincia de Catania en la comarca de los Montes Ibleos, las guías destacarán de Caltagirone la escalinata de cerámica por encima del resto de espacios.
Gracias a la presencia de agua, la ciudad de Caltagirone ya estaba habitada en la era neolítica, y luego por los griegos y los romanos, lentamente ascendiendo a ese papel central en el marco geopolítico regional que se habría consolidado a lo largo de los siglos.
Caltagirone se basó en el trágico evento del terremoto de 1693, que lo arrasó hasta el suelo, la fuerza para volver a levantarse. Desde una ciudad de tradición artística como era, convirtió la belleza en la piedra angular de la reconstrucción.
La rica arquitectura y la belleza de sus fachadas son evidentes en iglesias como la de Santa María del Monte, con una espléndida escalera decorada con elementos de mayólica, la de San Giacomo Apostolo y en edificios como la Corte Capitanale y el Museo Cívico. La Iglesia de S. Pietro tiene un rico portal de bronce, la fachada gótica está marcada por dos altos campanarios decorados con mayólica. La Iglesia de San Francesco di Paola, por otro lado, alberga valiosas pinturas de Vaccaro.
Hoy la ciudad mira fuertemente al pasado y juntos al futuro. Insertado en las ciudades del Patrimonio Mundial por su valioso barroco surgido de la destrucción del terremoto, Caltagirone combina el turismo y la tradición, la artesanía y la calidad.
La vocación natural por la cerámica lo ha convertido en un polo de excelencia, los trabajadores de los siglos XVI-XVII y XVIII han evolucionado, mejorando la calidad ya alta de una tradición que ha surgido artísticamente.
Si el calatino característico es la hoja de acanto, la herencia helénica correcta, los colores se han convertido en verdes y amarillos mediterráneos, embellecidos con curvas y líneas sinuosas.
Comprar en los callejones de Caltagirone se enriquece con el turismo cultural, los museos, el arte y el arte genera arte.
Hoy Caltagirone es un verdadero centro de museo capaz de escuchar arte moderno y contemporáneo, la cuna de jóvenes talentos finalmente libres para expresarse.
QUÉ VER EN CALTAGIRONE
Cierto es, que la denominada “Capital de la Cerámica” focaliza su promoción turística en la imagen de centro productor de cerámicas, cuya tradición fue impulsada esencialmente por los musulmanes sicilianos. Sin embargo, si sabemos perdernos por el entramado de calles medievales -rehechas tras el terremoto de 1693- con fachadas barrocas podremos apreciar las maravillas ocultas que nos brinda Caltagirone.
Podemos comenzar la visita a Caltagirone por el Jardín Público diseñado por el arquitecto G.B. Basile a finales del siglo XIX, siguiendo el estilo inglés. Posee construcciones modernistas recubiertas con los mejores ejemplos de cerámica local. Camino del Museo de la Cerámica nos podemos deleitar con el Kiosko de la Música de estilo morisco, una larga balaustrada que bordea via Roma y sobre todo el Teatrino, un espectacular mirador dieciochesco de la ciudad que precede al museo.
Fundado en 1965 el museo de la Cerámica de Caltagirone reúne piezas cerámicas desde época prehistórica hasta nuestros días. Via roma nos conducirá hasta la Plaza e Iglesia de San Francesco d’Assisi, templo barroco que reemplazó al gótico de 1226 del que sólo nos ha llegado una capilla adosada al presbiterio. Frente a la iglesia encontramos el Ponte de San Francesco de mediados del XVII y desde el que dicen que se puede ver el mar de las costas del Norte y del Sur de Sicilia.
Siempre ascendiendo chocaremos con la antigua cárcel borbónica de finales del XVIII que actualmente es la sede del Museo Cívico con secciones de Historia y Arqueología. Bordeándolo accedemos a la Catedral de San Giuliano, edificio poco destacado que se emplaza sobre la antigua catedral normanda de la que no queda nada.
En la misma Piazza Umberto, y acompañando la catedral está el Monte delle Prestanze (sede del Banco de Sicilia), la Corte Capitaniale, el actual Ayuntamiento (1872) y el antiguo Palacio Senatorio hoy sala de Exposiciones.
Detrás del ayuntamiento se levanta la gran construcción de la Iglesia de Gesú, de 1570, que se compone de una única nave, y cuya mayor atracción es “La Piedad”, oleo de Filippo Paladini. Contiguo a la iglesia está el antiguo colegio de los Jesuitas, con dos patios porticados.
La famosa escalinata de Santa María del Monte posee 142 peldaños, con diseños de cerámica totalmente diferentes, que representan escenas de la historia y la cultura siciliana, mezclando motivos folclóricos con grecas policromadas.
La escalinata une los 50 metros de desnivel entre Vía Bonaventura, límite de la ciudad en época árabe-normanda, con el Instituto salesiano Sant’Agostino, edificado sobre los restos del castillo normando destruido con el terremoto. A su lado una horripilante torre gigantesca de televisión rompe la armonía visual.
El diseño actual de escaleras adornadas con cerámicas sobre la base de piedra lávica se remonta tan sólo a 1953, y sirvió para embellecer la escalinata construida en 1608 que unía la ciudad antigua con la expansión urbanística del Renacimiento.
A lo largo de la escalinata se articulan algunos de los edificios más importantes de Caltagirone como son la Iglesia de Santa María del Monte en lo alto de la cima, el Palazzo Reburdone del siglo XVIII, y la Iglesia de San Giuseppe y el Palazzo del principe Bellaprima o dell’Aquila, (sede actual del ayuntamiento) a los pies de la escalinata. Además gran parte de las viviendas por la que se accede desde la escalinata se han convertido en tiendas de Souvenirs de cerámicas.
Las noches del 24 y 25 de Julio se celebra la Luminaria de la Escalera del Monte, festejando las Fiestas del Patrón de Caltagirone, Santiago Apostol. Miles de lámparas de aceite de oliva de papel coloreado (coppi) forman con sus dibujos una alfombra de luz que ilumina la escalera y los edificios colindantes. También en el mes de Junio la Escalinata se adorna de tapices florales en honor de la Madonna di Conadomini.
La Iglesia de Santa Maria del Monte fue originalmente la catedral de la ciudad. Fechada en el siglo XII fue totalmente reconstruida tras el terremoto según un proyecto de F.Battaglia. Su noble fachada ensalza su único campanario. en el Altar se custodia la “Madonna Conadomini”, pieza bizantina del siglo XII.
Si tomamos Via Sturzo ascenderemos a la ciudad por una ruta alternativa que sale desde el ayuntamiento y que nos llevará a través de talleres de ceramistas hasta las iglesias de Rosario, hoy auditorio y El Salvatore que guarda una “Madonna” de Antonello Gagini.
Si tomamos Via Sturzo ascenderemos a la ciudad por una ruta alternativa que sale desde el ayuntamiento y que nos llevará a través de talleres de ceramistas hasta las iglesias de , hoy auditorio y El que guarda una “Madonna” de Antonello Gagini.
Continuando la ascensión de este barrio fundado por soldados y comerciantes genoveses allá por el año 1000, llegamos a San Giorgio, del 1032 que conserva su campanario y su pórtico gótico. Ya en el interior “La Trinidad” (Siglo XV) que representa el “Misterio de la Redención” atribuido al pintor Van Der Weyden, considerada la pintura flamenca más importante de Sicilia. Fue donado en 1700 por la baronesa Agata Interlandi como contraprestación por las remesas de grano que los nobles locales daban a los mercaderes del Norte de Europa que llegaban ala isla.
En el extremo opuesto y enfilando la interesante Vittorio Emmanuelle se halla San Giacomo, dedicada a Santiago Apóstol, y levantada según la tradición por Roger el Normando tras su victoria sobre los musulmanes. La estructura actual es del siglo XVIII, y contiene obras de relevancia de Domenico y Antonuzzo Gagini, y la estatua de Santiago de Vincenzo Archifel.