PONTE VECCHIO
Ponte Vecchio, 50125 Firenze FI, Italia

Bienvenido al Ponte Vecchio de Florencia
Uno de los puentes mĂĄs famosos del mundo y, sin duda, tambiĂ©n uno de los mĂĄs bellos, fue el Ășnico en la ciudad Florentina que se librĂł de las tropas alemanas que se retiraron en 1944 y en 1966 estuvo a punto de ser destruido nuevamente.
Esta estructura, que lleva de un lado a otro del Arno, no sĂłlo tiene el nombre antiguo: es de hecho el puente mĂĄs antiguo de la ciudad, construido por primera vez en madera en 972 el puente ya habĂa sido levantado (con piedras y madera) por los romanos, que a su vez habĂan utilizado una estructura preexistente, probablemente de origen etrusco.
Las inundaciones de 1177 y 1333 destruyeron el puente, y en 1966 estuvo a punto de ser destruido de nuevo.
Muchos de los joyeros con tiendas en el puente estaban convencidos de que las aguas de la crecida arrasarĂan su medio de vida; afortunadamente, el puente resistiĂł.
Por encima de las joyerĂas del lado oriental, el Corridoio Vasariano es un pasaje del siglo XVI entre los Uffizi y el Palazzo Pitti que rodea, en lugar de atravesar, la medieval Torre dei Mannelli en el extremo sur del puente.
Los romĂĄnticos incurables, los amantes del arte y la historia, o simplemente los amantes de las compras de lujo sĂłlo pueden encontrarse aquĂ, en el Ponte Vecchio de Florencia.
El Puente Vecchio

Permitiendo el paso sobre las aguas del Arno, donde el rĂo se estrecha, el puente conecta el centro histĂłrico de la ciudad con el ĂĄrea este que los florentinos comĂșnmente llaman âDiladdarnoâ: dejando atrĂĄs la Piazza delle Signoria y la GalerĂa de los Uffizi para llegar rĂĄpidamente al Palazzo Pitti y los Jardines de Boboli.
El puente, tal y como lo vemos hoy, fue erigido entre 1333 y 1345, basåndose en un diseño de Neri di Fioravante, aunque para algunos la paternidad se atribuye a Taddeo Gaddi.
El 4 de noviembre de 1333, de hecho, la terrible inundaciĂłn que asolĂł la ciudad provocĂł el derrumbe del puente de cinco arcos construido en 1170, en el que se mezclaban vigas de madera con ladrillos.
El nuevo diseñador, que fue llamado a intervenir, ideĂł una estructura revolucionaria que requerĂa el uso de tres arcos en lugar de cinco, y utilizaba el arco bajo en lugar del mĂĄs habitual arco de medio punto.
De este modo, el arquitecto consiguiĂł un doble resultado: por un lado, dio mĂĄs solidez a la estructura de soporte y, por otro, facilitĂł el paso del agua y los escombros al ampliar el espacio entre un pilĂłn y el siguiente.
Las tiendas del Puente Vecchio
Las extensas obras de reconstrucciĂłn del puente fueron posibles gracias a la construcciĂłn, a ambos lados del puente, de tiendas de ladrillo alquiladas a pescaderos y carniceros, a los que se les pidiĂł que trasladaran su negocio del centro de la ciudad al paso sobre el Arno.
De este modo, por un lado, evitaban el nauseabundo olor de los alimentos en descomposiciĂłn, que trasladaban a diario desde el centro de la ciudad hasta el Arno, y por otro, aprovechaban las rentas para reconstruir un medio de paso indispensable.
Con el tiempo, a los carniceros y pescaderos se unieron los verduleros y los curtidores; estos Ășltimos, por ejemplo, necesitaban la proximidad del agua para curtir sus pieles.
Las tiendas eran todas del mismo tamaño, 43 o 46 en total, mĂĄs numerosas en el lado que da a Via Por Santa Maria que en el Altrarno, porque en su lado la dimora dei Mannelli ocupaba espacio Ăștil.
En las cuatro esquinas del puente se levantaban cuatro torres, de las cuales sĂłlo se conserva la de los Mannelli, mientras que de las otras sĂłlo se ha reconstruido la de los Rossi Cerchi.

En el centro del puente se dejĂł un espacio destinado a convertirse en una plaza, que aĂșn muestra las almenas medievales que probablemente rodeaban todos los edificios de las tiendas, mientras que las ventanas sobre el Arno eran ciegas, porque ademĂĄs de ser un lugar de comercio, el puente era considerado una primera herramienta defensiva.
Paseando por el Ponte Vecchio hoy en dĂa, ya no se ven pescaderĂas o carnicerĂas, sino preciosas tiendas, verdaderos cofres que esconden joyas de clase.
De hecho, a partir de 1593, el Gran Duque Ferdinando I desalojĂł a todos los tenderos, porque le molestaban los malos olores y el ruido que producĂan los comerciantes.
El puente ha brillado con los artĂculos de los joyeros, cuyo oficio se transmite a menudo de generaciĂłn en generaciĂłn, desde el siglo XVI (1593) cuando Ferdinando I de MĂ©dicis les encargĂł que vinieran a sustituir la presencia, a menudo maloliente, de los carniceros (los beccai) de la ciudad, que solĂan arrojar al rĂo las sobras no deseadas, ciertamente los joyeros y orfebres eran mĂĄs dignos por la proximidad al Palazzo Vecchio y al Palazzo Pitti, adquiridos por los MĂ©dicis unas dĂ©cadas antes.
A dia de hoy es el puente de piedra mĂĄs antiguo de europa y el Ășnico de Florencia que sobreviviĂł a la segunda guerra mundial alberga muchas tiendas fundamentalmente joyerĂas de hecho, la leyenda cuenta que el tĂ©rmino bancarrota debe su origen a los mercaderes que exponĂan aquĂ su mercancĂa, cuando un mercader no podĂa pagar sus deudas la mesa donde exponĂa su mercaderĂa, es decir el banco era roto.
Al no tener mesa donde exponer el mercader no podĂa vender, por lo tanto estaba en la ruina, in banco roto.

El Corredor de Vasari
En 1565, con motivo de la boda de Francesco de’ Medici con Juana de Austria, el Gran Duque Cosimo mandĂł construir un pasaje que conectara el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti y los Uffizi: un grandioso pasillo cubierto, cuyo diseño fue encargado a Giorgio Vasari.
Para el Corredor de Vasari, realizado en cinco meses, hubo que hacer frente a algunos problemas logĂsticos.
Por ejemplo, la familia Mannelli no querĂa perder su torre, que sigue en pie en la esquina de la Via dei Bardi.
Con algo mĂĄs de un kilĂłmetro de longitud, el corredor tiene su inicio en el Palazzo Vecchio y luego llega a los Uffizi y pasa por encima de las tiendas antes de dar la vuelta y llegar al Palazzo Pitti.
Desde el puente también es posible tener una visión general del interior de la Iglesia de Santa Felicita: de hecho, a Vasari se le pidió que estudiara una forma de asistir a los servicios sin mezclarse con la multitud.
Datos de interes sobre el Puente Vecchio
No hay que perderse: Mientras que el Corridoio Vasariano (accesible sólo con reserva) es la terraza panoråmica mås famosa, también por las pinturas que se conservan en su interior, la otra, conserva el igualmente famoso monumento a Benvenuto Cellini, la estatua del orfebre mås famoso que vivió en Florencia.
La obra, creada por el escultor Romanelli, estĂĄ protegida por una verja, reconocible por la presencia de candados atados a las rejas para simbolizar el amor indisoluble.
Esta tradición convertida en leyenda comenzó mucho antes de la que se lleva a cabo desde hace unos años en Ponte Milvio de Roma, y que cuesta una fuerte multa a quien sea sorprendido en el acto.
Ten en cuenta que si te pillan haciéndolo te pondran 50 euros multa.
Otro sĂmbolo de la grandeza del siglo XIV de la ciudad es el meridiano que se puede ver mirando hacia arriba en las tiendas que se encuentran detrĂĄs del monumento a Benvenuto Cellini: una luna creciente decora una de las paredes de una tienda, y estĂĄ fechada en 1345.
Curiosidad: caminando por el Ponte Vecchio no puedes evitar que te llamen la atención los pequeños vendedores ambulantes de comida. No te pierdas el såndwich con lampredotto o el covaccino con stracchino y salchicha.
InformaciĂłn Ăștil: obviamente el paso por el Ponte Vecchio es gratuito y estĂĄ abierto a todas las horas del dĂa y de la noche.
No es el caso del Corredor de Vasari, que requiere una reserva y el pago de un billete. Normalmente, esta Ășltima incluye tambiĂ©n la visita a GalerĂa de los Uffizi, y el coste total ronda los 85 euros.
Se puede reservar en la web oficial: http://it.uffizi-com.waf.it
Ademås de la historia, Ponte Vecchio es una de las postales mås bellas de Florencia.
SegĂșn la mayorĂa, es increĂble por la noche debido a la atmĂłsfera romĂĄntica que impregna toda el ĂĄrea.
Con su fama internacional, Ponte Vecchio es uno de los sĂmbolos de la Florencia histĂłrica.
Sugerir Edicion