MERCADOS DE CATANIA, AâPISCARIA, FIERA
mercados de catania
DetrĂĄs de la Catedral de Catania, en el tĂșnel de las paredes de Carlos V, el mercado de pescado se abre, un poco al aire libre y un poco cubierto. Un lugar donde todos los dĂas bajo los grandes toldos rojos y sus bancos de mĂĄrmol blanco, el ritual de vender pescado, pero tambiĂ©n carne y fruta, se ha repetido desde la antigĂŒedad.
Los gritos de los vendedores, los puestos humeantes de pimientos asados y los callos vendidos a los transeĂșntes hacen de este lugar uno de los mĂĄs emblemĂĄticos de la ciudad, el lugar ideal para sumergirse en la cultura popular de Catania y fascinarse.
El mercado de la Pescheria de Catania es uno de los lugares mås pintorescos de la ciudad. Al igual que la Fiera de Catania, conserva los olores, los sabores y el jolgorio de los zocos årabes.
La oferta de pescado es muy variada, desde calamares a erizos de mar, pasando por atunes y peces espada, expuestos con sus imponentes cabezas sobre los aparentemente frĂĄgiles tenderetes de los vendedores.
El olor a pescado y salitre inunda las calles y es una ocasiĂłn Ășnica de comprar pescado fresco para cocinar las recetas catanesas.
Explora los mercado de Catania LA PESCHERIA, AâPISCARIA
La Pescheria es el histĂłrico mercado de pescado de Catania, famoso por sus colores y su pintoresca atmĂłsfera que devuelve este lugar a los niveles de los zocos ĂĄrabes y que en Sicilia solo tiene un âcompetidorâ directo: el mercado âVucciriaâ en Palermo.
El estridente mercado de pescado de Catania, que toma las calles detrĂĄs de la Piazza del Duomo todos los dĂas laborables por la mañana, es puro teatro de calle.
Las mesas gimen bajo el peso de los peces espada decapitados, los langostinos rosados y las bandejas llenas de almejas, mejillones, erizos de mar y todo tipo de vida marina misteriosa.
Los pescaderos destripan peces plateados y las amas de casa de tacĂłn alto caminan delicadamente sobre charcos de agua manchada de sangre.
AsegĂșrese de experimentar completamente la hermosa atmĂłsfera que respira en este histĂłrico mercado de Catania: los sonidos, los colores y los aromas que se mezclan lo conquistarĂĄn y los puestos de pescaderĂas lo sumergirĂĄn en un camino Ășnico, donde se encontrarĂĄ catapultado en medio de la vida cotidiana fluyendo frenĂ©ticamente.
En su recorrido por los puestos, donde se colocan langostas y mariscos al lado de cĂtricos suculentos y coloridos, sin duda tendrĂĄ hambre: en todo el mercado estĂĄ lleno de excelentes restaurantes donde puede disfrutar de las capturas frescas del dĂa.
ÂĄDisfruta tu comida!
Los bancos de peces se encuentran frente al histĂłrico âArchi della Marinaâ en un tĂșnel excavado en el siglo XVI bajo el Palazzo del Seminario dei Chierici.
El mercado es famoso por su âvuciataâ o el grito de los vendedores que llaman la atenciĂłn de los clientes y el pescado siempre fresco y las numerosas variedades presentes en los mostradores.
Los puestos de pescado de la lonja de Catania se encuentran desde principios del siglo XIX en el tĂșnel excavado en el siglo XVI bajo el Palazzo del Seminario dei Chierici y las paredes de Carlos V, frente al Archi della Marina, una vez inmerso en las aguas del puerto debajo de pescadores que hoy se ha convertido en una zona verde pĂșblica, en la Piazza Alonzo di Benedetto y en la Piazza Pardo, entre los distritos âCatedral de Catania o Baños Achilliane â Piano di San Filippoâ y âMurorotto o Pozzo di Gammazita â Terme dellâIndipendenzaâ , con preponderancia en el primero de los dos.
Es absolutamente fascinante. Alrededor del mercado hay un nĂșmero de buenos restaurantes de mariscos.
MERCADO DE LA FIERA DE CATANIA
Todas las mañanas, excepto los domingos, entre Corso Sicilia y Via Umberto por un lado y Via Etnea por otro estĂĄ la Plaza Carlo Alberto que acoge diariamente la âFieraâ di Catania.
No muy diferente a una kasbah de Oriente Medio, el mercado vende, entre otras cosas, berenjenas curvadas, naranjas, pescado y carne fresca, CDs, bolsos y vaqueros baratos, tops, sujetadores y ropa interior, baratijas…
Sin duda nos parecerĂĄ que hemos saltado hasta el Norte de Ăfrica y que paseamos por un zoco, con la algarabĂa, chillidos y ajetreo que comporta. Catania”
Comprar, significa batallar con el resto de compradores en bĂșsqueda de gangas, y regatear con los vendedores.
En ocasiones podemos encontrar auténticos tesoros que contentarån el esfuerzo de paciencia que supone peregrinar por los estrechos pasillos atestados de no sólo cataneses.
La mezcla de colores de los frutales contrasta con los olores de los peces, que se extienden sobre las gigantescas cabezas de los peces espada que se yerguen en los puestos sin ningĂșn tipo de protecciĂłn sanitaria ante el asfixiante calor catanĂ©s.
Podremos encontrar pulpos, calamares, erizos de mar a la vez que botas de cuero, bolsos, camisetas y zapatillas de marca genialmente imitadas, animales, relojes, juguetes, antiguallasâŠ
En resumen, todo el que quiera vender algo viene a la Fiera de Catania para comerciar como lo hicieron antes fenicios, cartagineses, normandos, årabes, españoles e italianos.
Otro lugar caracterĂstico es el Mercado de Piazza Carlo Alberto, mĂĄs conocido como Fera âo Luni, cuya raĂz etimolĂłgica ha sido cuestionada a menudo.
La hipĂłtesis mĂĄs comĂșn es que significa âFeria de los lunesâ porque probablemente el mercado originalmente tenĂa que estar activo solo para esa fecha semanal.
Todos los domingos se realizaba un mercado de pulgas en la misma plaza, ahora se moviĂł a cerca del Entrada principal del puerto de la ciudad.
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