BASÍLICA DE SAN MARCOS

BASÍLICA DE SAN MARCOS

Piazza San Marco 328, San Marco 30124 Venezia

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Catedral basilica de san marcos en venecia
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Bienvenido a la Basilica de San Marco en Venecia. La leyenda en Venecia dice, de hecho, que la necesidad de erigir un templo surgió despues del robo de las reliquias del santo de Alejandría en Egipto a manos de dos comerciantes venecianos. La construcción de la basílica, que en principio iba a ser una prolongación del Palacio Ducal, comenzó en el año 828 para albergar el cuerpo de San Marcos traído desde Alejandría.

Aunque la obra actual pertenece bĂĄsicamente al siglo XI, ha sufrido diferentes alteraciones y modificaciones con el paso del tiempo. La basĂ­lica actual, de planta de cruz latina y cinco cĂșpulas, se convirtiĂł en la catedral de Venecia en 1807. Cuenta con mĂĄs de 4.000 metros cuadrados de mosaicos, algunos del siglo XIII, y 500 columnas del siglo III.

La Basilica Catedral de San Marcos se encuentra en la impresionante Plaza de San Marcos de Venecia. Te recomiendo que al menos reservas dos horas para ver la Basilica aunque si eres de los que le gusta fijarse en los detalles podrĂ­a tomarte entre 3 y 4 horas.

Historia de la Basilica de San Marcos en Venecia

Con una profusiĂłn de cĂșpulas y mĂĄs de 8000 metros cuadrados de luminosos mosaicos, la catedral de Venecia es inolvidable. Se fundĂł en el siglo IX para albergar el cadĂĄver de San Marcos despuĂ©s de que unos astutos mercaderes venecianos lo sacaran de Egipto en un barril de grasa de cerdo.

Cuando el edificio original se quemĂł en el año 932, Venecia reconstruyĂł la basĂ­lica a su propia imagen cosmopolita, con cĂșpulas bizantinas, un diseño de cruz griega y paredes revestidas de mĂĄrmol de Siria, Egipto y Palestina. IncreĂ­blemente, esta suntuosa iglesia era la capilla privada del dux.

SĂłlo se convirtiĂł oficialmente en la catedral de San Marcos de Venecia en 1807, tras la desapariciĂłn de la RepĂșblica, sustituyendo a la considerablemente menos grandiosa BasĂ­lica de San Pedro de Castello.

La construcciĂłn BasĂ­lica de San Marcos.

La primera iglesia dedicada a San Marcos, encargada por Justiniano Partecipazio, se construyĂł junto al Palacio Ducal en el año 828 para albergar las reliquias de San Marcos robadas, segĂșn la tradiciĂłn, en AlejandrĂ­a por dos mercaderes venecianos: Bon da Malamocco y Rustico da Torcello. Esta iglesia sustituyĂł a la anterior capilla palatina dedicada al santo bizantino Teodoro (cuyo nombre era pronunciado por los venecianos como TĂČdaro), construida en la actual Piazzetta dei Leoncini, al norte de la BasĂ­lica de San Marcos. El primer campanario de San Marcos tambiĂ©n data del siglo IX.

San Marcos y el LeĂłn en la parte superior del frontĂłn

La iglesia original de San Marcos fue sustituida poco después por una nueva, construida en 832 en el emplazamiento actual, pero se quemó durante una revuelta en 976 y fue reconstruida en 978 por Pietro I Orseolo. La basílica actual se remonta a otra reconstrucción (iniciada por el dux Domenico Contarini en 1063 y continuada por Domenico Selvo y Vitale Falier) que siguió con bastante fidelidad las dimensiones y la disposición del edificio anterior. En particular, la forma arquitectónica general es muy similar a la de la antigua basílica de los Santos Apóstoles de Constantinopla (destruida pocos años después de la conquista otomana), la segunda iglesia mås importante de la ciudad y mausoleo imperial. La nueva consagración tuvo lugar en 1094; la leyenda cuenta que ese mismo año se encontró milagrosamente el cuerpo de San Marcos en un pilar de la basílica, tras haber sido escondido durante las obras en un lugar olvidado. En 1231 un incendio devastó la basílica de San Marcos, que fue inmediatamente restaurada.

San Marcos y el LeĂłn en la parte superior del frontĂłn
Petar Milosevic – Opera propria

La decoraciĂłn de la BasĂ­lica de San Marcos

La decoraciĂłn de mosaico dorado del interior de la basĂ­lica ya estaba casi completa a finales del siglo XII. En la primera mitad del siglo XIII se construyĂł un vestĂ­bulo (el nĂĄrtex, a menudo llamado atrio) alrededor de todo el brazo occidental, creando las condiciones para la construcciĂłn de una fachada (antes el exterior era de ladrillo visto, como en la basĂ­lica de Murano).

Las Ășltimas intervenciones en la BasĂ­lica de San Marcos

En el año 1200, en el marco de las obras que transformaban el aspecto de la plaza, se levantaron las cĂșpulas con tĂ©cnicas de construcciĂłn bizantinas y fatimĂ­es: son construcciones de madera cubiertas con planchas de plomo sobre las cĂșpulas originales, mĂĄs antiguas, en las que se desarrolla el revestimiento de mosaico que se puede admirar en el interior de la iglesia. No fue hasta el siglo XV, con la decoraciĂłn de la parte superior de las fachadas, cuando se definiĂł el aspecto exterior actual de la basĂ­lica; a pesar de ello, constituye un conjunto unificado y coherente de las distintas experiencias artĂ­sticas a las que ha sido sometida a lo largo de los siglos.

Finalmente, se construyeron el baptisterio y la capilla de San Isidro de QuĂ­os (siglo XIV), la sacristĂ­a (siglo XV) y la capilla Zen (siglo XVI). En 1617, con la adiciĂłn de dos altares en el interior, se completĂł la basĂ­lica.

Cifras clavede la BasĂ­lica de San Marcos

Como iglesia estatal, la basĂ­lica era gobernada por el dux y no dependĂ­a del patriarca, que tenĂ­a su cĂĄtedra en la iglesia de San Pedro. El propio dux nombrĂł un clero ducal dirigido por el primicerius.

La administraciĂłn de la basĂ­lica fue confiada a una importante magistratura de la RepĂșblica de Venecia, los Procuradores de San Marcos, cuya sede era la Procuratie. Todas las obras de construcciĂłn y restauraciĂłn fueron dirigidas por el proto: grandes arquitectos como Jacopo Sansovino y Baldassare Longhena ocuparon este puesto. Los procuradores de San Marcos y Proto siguen existiendo hoy en dĂ­a y realizan las mismas tareas para el Patriarcado que en el pasado.

Con la caĂ­da de la RepĂșblica, el traslado de la catedral de San Pietro di Castello a San Marcos tambiĂ©n tuvo lugar en esos mismos años. De hecho, el traslado de la cĂĄtedra a la basĂ­lica de San Marcos ya se habĂ­a decidido en 1807, en plena Ă©poca napoleĂłnica, cuando tambiĂ©n se habĂ­a decretado la supresiĂłn del primiceriato de San Marcos, la unificaciĂłn forzosa de los dos capĂ­tulos y el alojamiento temporal del Patriarca en la parroquia mĂĄs cĂ©ntrica de San Mauricio (para superar los inconvenientes de una ubicaciĂłn tan perifĂ©rica de la curia patriarcal, ya se habĂ­a creado una cancillerĂ­a filial en la iglesia de San BartolomĂ©). Sin embargo, sĂłlo en 1821, PĂ­o VII, con la bula Ecclesias quae, puso remedio a la situaciĂłn provisional, confirmando el traslado de la sede desde el punto de vista canĂłnico.

El actual CapĂ­tulo de canĂłnigos de la BasĂ­lica Patriarcal de San Marcos Evangelista, en su configuraciĂłn actual, fue establecido por la citada bula. AdemĂĄs de los canĂłnigos residenciales, son canĂłnigos honorarios durante el munere los arciprestes de San Pietro in Castello, Gambarare, Jesolo, Caorle, Eraclea, Malamocco, Grado en la archidiĂłcesis de Gorizia y el delegado-rector de Torcello. Los canĂłnigos residenciales y honorarios de la BasĂ­lica de San Marcos son protonotari apostolici durante munere.

ConservaciĂłnde la BasĂ­lica de San Marcos

Las obras de restauración de la Basílica que tuvieron lugar a finales del siglo XIX (1865-1875) crearon un verdadero debate cultural sobre el estado de conservación de las obras que contenía y sobre la pérdida de grandes porciones de mosaico en el interior de la Capilla Zen y del Baptisterio.

AsĂ­, entre 1881 y 1893 Ferdinando Ongania, uno de los mĂĄs famosos editores venecianos, se dedicĂł a la creaciĂłn de una obra titulada La Basilica di San Marco in Venezia (La BasĂ­lica de San Marcos en Venecia), que pretendĂ­a registrar y conservar la belleza de todos los elementos decorativos que hacen Ășnica a la BasĂ­lica, para que cualquier trabajo de restauraciĂłn futuro se comparara con la situaciĂłn documentada en su obra.

El exteriorde la BasĂ­lica de San Marcos

Desde el exterior, dividido en tres registros diferentes -planta baja, terraza, cĂșpulas- predomina la anchura, ya que en una ciudad como Venecia, que se asienta sobre un suelo arenoso, los edificios tendĂ­an a construirse en anchura, con un peso mĂĄs equilibrado.

De hecho, mide 76,5 metros de largo y 62,60 de ancho (en el crucero), mientras que la cĂșpula central tiene 43 metros de altura (28,15 en el interior). La fachada tiene dos Ăłrdenes, uno en la planta baja que estĂĄ salpicado por cinco grandes portales abocinados que conducen al atrio interior. La central estĂĄ decorada de forma monumental. El segundo orden forma una terraza transitable y tiene cuatro arcadas ciegas mĂĄs una central en la que se abre una logia para albergar la cuadriga.

cupulas de la catedral de san marco de venecia
Cupulas de la Catedral de San Marco en Venecia

La fachadade la BasĂ­lica de San Marcos

La fachada de mĂĄrmol de San Marcos data del siglo XIII se ondula y cresta como una ola, con sus cinco portales en forma de nicho rematados con brillantes mosaicos y espumosos arcos de piedra. EstĂĄ especialmente resplandeciente justo antes de la puesta de sol, cuando los Ășltimos rayos del sol hacen brillar los mosaicos dorados. Se insertaron mosaicos, bajorrelieves y una gran cantidad de material de desecho heterogĂ©neo. Esto le dio su caracterĂ­stica policromĂ­a, combinada con complejos efectos de claroscuro debido a las aberturas multiformes y al juego de volĂșmenes. El mosaico mĂĄs antiguo de la fachada, que data de 1270, se encuentra en la luneta sobre el portal del extremo izquierdo, y representa el cuerpo robado de San Marcos llegando a la basĂ­lica.

El tema se repite en tres de los otros lunetos, incluidos los mosaicos de 1660 sobre el segundo portal de la derecha, que muestran a funcionarios con turbante retrocediendo ante la cesta de grasa de cerdo que contiene el santo cadĂĄver. Las grandes entradas se realizan a travĂ©s del portal central, bajo un ornamentado arco triple con columnas de pĂłrfido pĂșrpura egipcio e intrincados relieves de piedra de los siglos XIII a XIV.

El parpadeo es natural al ver por primera vez los relucientes mosaicos del techo de la basĂ­lica, muchos de ellos realizados con pan de oro de 24 quilates fundido en el reverso del vidrio para representar la luz divina.

De los mosaicos de la fachada, el Ășnico que queda de los originales del siglo XIII se encuentra sobre el primer portal de la izquierda, el de San Alipio, que representa la entrada del cuerpo de San Marcos en la basĂ­lica tal y como era entonces. Los demĂĄs, que estaban dañados, se rehicieron entre los siglos XVII y XIX, manteniendo los temas originales. A excepciĂłn del mosaico sobre el portal central, el tema principal es el cuerpo del santo, desde su descubrimiento en AlejandrĂ­a por dos mercaderes venecianos en el año 829, hasta la llegada de los restos sagrados a la ciudad y la posterior deposiciĂłn.

Las puertas de bronce datan de diferentes Ă©pocas: al sur, la Puerta de San Clemente es bizantina y data del siglo XI; la central, de producciĂłn incierta, data del siglo XII; las puertas secundarias son posteriores y estĂĄn decoradas en un estilo anticuado. En la fachada lateral orientada al sur se encontraba la Porta da Mar, la entrada cercana al Palacio Ducal y al muelle, desde donde se entraba en Venecia.

Las dos puertas de entrada de los extremos se hicieron con tímpanos de arco inflexionado, de inspiración årabe, quizå también con la intención de recordar Alejandría, en Egipto, donde tuvo lugar el martirio de San Marcos. El orfebre y fundidor de bronce veneciano Bertuccio trabajó en las puertas de entrada.

Traslado del cuerpo de San Marcos, siglo XIII, portal de San Alipio.
El luneto del portal central estå decorado a la manera típica del romånico occidental con un Juicio Final, enmarcado por tres arcos esculpidos de diferentes tamaños, que muestran una serie de Profetas, Virtudes sagradas y civiles, Alegorías de los meses, Oficios y otras escenas simbólicas con animales y querubines (ca. 1215-1245). Estos relieves mezclan influencias orientales y romånicas lombardas (como las obras de Wiligelmo), pero fueron realizados por artesanos locales.

Desde los arcos de inflexiĂłn del orden superior, decorados en estilo gĂłtico flamĂ­gero, las estatuas de las Virtudes cardinales y teologales, cuatro santos guerreros y San Marcos vigilan la ciudad. En el arco de la ventana central, debajo de San Marcos, el leĂłn alado muestra el libro con las palabras “Pax tibi Marce Evangelista meus”.

fachada de la basilica de san marco en venecia
Fachada de la Basilica de San Marco en Venecia

La cuadriga

Entre las obras de arte de Constantinopla, lo mås destacado es la Cuadriga de San Marcos (también conocida como la Cuadriga Triunfal), un grupo de cuatro caballos de bronce saqueados de Constantinopla y posteriormente llevados a París por Napoleón antes de ser devueltos a la basílica. Los originales se conservan ahora en el interior, pero una puerta conduce al lugar donde se colocaron originalmente en la Loggia dei Cavalli, donde reproducciones de los caballos galopan desde el balcón sobre la plaza de San Marcos.

De los muchos carros que adornaban los arcos de triunfo en la antigĂŒedad, Ă©ste es el Ășnico que queda en el mundo. Tras un largo proceso de restauraciĂłn que comenzĂł en 1977, los caballos de San Marcos se conservan en el Museo de San Marcos, dentro de la basĂ­lica, sustituidos en el balcĂłn por copias.

cautro caballos de la basilica de san marco en venecia
Cuatro caballos de la Basilica de San Marco en Venecia

Los pilares de Acritan

Desde la plaza de San Marcos, en direcciĂłn al portal del Palacio Ducal, se ven a la izquierda dos altos pilares cuadrangulares llamados “acritani”, ricamente decorados, no lejos de la fachada sur de la basĂ­lica. Flanquean el camino de acceso al Baptisterio y probablemente fueron colocados allĂ­ hacia mediados del siglo XIII. Los pilares tambiĂ©n son claramente visibles desde la orilla, como monumentos triunfales a las victorias de la RepĂșblica de Venecia en las guerras de Oriente (traĂ­das desde Oriente como botĂ­n de guerra). Su dislocaciĂłn en el panorama de la Piazzetta, que parece no tener una funciĂłn precisa, deriva de la sobreabundancia real de objetos valiosos acumulados por los venecianos durante las diversas guerras en las que se vio envuelta a lo largo de los siglos, quienes, reconociendo su valor pero no teniendo mĂĄs espacios vacĂ­os en el interior o en la fachada de la basĂ­lica, decidieron colocarlos donde hoy pueden ser admirados.

Se dice que el nombre deriva de la leyenda, conocida siglos después de su llegada a Venecia, de que los dos pilares fueron llevados a Venecia, junto con la Piedra de Bando, tras la caída de Acre en 1258. Sin embargo, un nuevo estudio de las fuentes de la época cercana a la caída de Acre muestra que ni los pilares ni la piedra de Bando se mencionan nunca. En cambio, las referencias a los Pilares tras la conquista de Acre sólo se encuentran en obras históricas muy tardías de los siglos XVI y XVII, es decir, muy posteriores a los hechos. Esto, hasta hace unos años, daba lugar a una gran duda y perplejidad sobre el origen de los pilares, ya que incluso el estudio de los dos pilares no encontró elementos significativos que permitieran identificar un lugar de origen.

En 1960, durante la construcción a gran escala de nuevas arterias urbanas en el distrito de Sarachane de Estambul, salieron a la luz grandes bloques de mårmol que formaban las coronas de los nichos, junto con fragmentos de una inscripción monumental que recorría una bóveda alrededor de los arcos de los nichos. Esto llevó a reconocer en esa inscripción partes de un epigrama dedicatorio a la iglesia de San Poliecto. A partir de estas excavaciones, en la primera campaña arqueológica se encontró un gran capitel de pilar, que en forma, tamaño y gran parte de la decoración se correspondía con los de los pilares acritanos de Venecia. Finamente trabajados, presentan motivos sasånidas como palmetas aladas, pavos reales, uvas, ejecutados con una clara distribución y una precisión magistral; representan una de las primeras pruebas de la introducción de decoraciones orientales en la escena artística occidental.

Cerca de la esquina hacia la plaza se encuentra la Piedra de la ProhibiciĂłn, un tronco de pĂłrfido procedente de Siria, desde el que el comandante de la RepĂșblica leĂ­a las leyes y los anuncios a los ciudadanos. La piedra se desprendiĂł de los escombros del campanario en 1902.

Los tetrarcas

Los siglos siguientes vieron cĂłmo la basĂ­lica se enriquecĂ­a continuamente con columnas, frisos, mĂĄrmol, esculturas y oro traĂ­dos a Venecia en los barcos de los mercaderes que llegaban de Oriente. A menudo, este material estaba desnudo, es decir, tomado de edificios antiguos demolidos. En particular, el botĂ­n del saqueo de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada (1204) enriqueciĂł el tesoro de la basĂ­lica y proporcionĂł un mobiliario de gran prestigio.

Los Tetrarcas es una de estas obras de finales del siglo III traĂ­das deConstantinopla, en un bloque de pĂłrfido rojo de unos 130 cm de altura, las figuras de los “tetrarcas”, es decir, los dos CĂ©sares y los dos Augustos (un CĂ©sar y un Augusto por cada una de las partes en que dividiĂł el Imperio Romano el emperador Diocleciano con su reforma). Los historiadores del arte siguen debatiendo a cuĂĄl de las dos tetrarquĂ­as se refiere la escultura.

I tetrarchi (dal greco "quattro regnanti") furono i quattro co-regnanti che governarono l'impero romano durante la riforma di Diocleziano. Qui sono ritratti mentre si abbracciano, in segno di concordia e armonia, in una scultura in porfido del IV secolo d.C., di provenienza orientale, oggi a Venezia sull'angolo di San Marco, accanto alla "Porta della Carta".
Di Nino Barbieri (discussione · contributi) – Opera propria, Pubblico dominio

Una leyenda popular cuenta que la escultura es de cuatro ladrones que fueron sorprendidos por el Santo de la basĂ­lica robando su tesoro y fueron petrificados por Ă©l y luego emparedados junto a la Puerta de la Carta por los venecianos, en la esquina del Tesoro.

El NĂĄrtex de la Basilica de San Marco de Venecia

El nĂĄrtex, con su luz apagada, prepara al visitante para la atmĂłsfera dorada del interior, como el Antiguo Testamento representado por los mosaicos de las cĂșpulas que preparan el Evangelio representado en la basĂ­lica. Los temas principales son el GĂ©nesis y episodios de la vida de NoĂ©, Abraham, JosĂ© y MoisĂ©s. El atrio consta de dos salas, ya que el Baptisterio y la Capilla Zen se obtuvieron cerrando el lado sur. Los mosaicos del atrio incluyen seis pequeñas cĂșpulas: GĂ©nesis, Abraham, tres pequeñas cĂșpulas de JosĂ© y una pequeña cĂșpula de MoisĂ©s. Los mosaicos de las pequeñas cĂșpulas “marcan” el tiempo de espera de la venida de JesĂșs, siguiendo el hilo que identifica las fases de la historia de la salvaciĂłn, despuĂ©s de las caĂ­das de los hombres, antes de su cumplimiento en Cristo, cuya vida y misterios se celebran en los mosaicos del interior de la basĂ­lica. En la pequeña cĂșpula de Abraham, el protagonista es representado cuatro veces en conversaciĂłn con Dios, representado por una mano que sale de un trozo de cielo. En la cĂșpula MoisĂ©s es salvado por el Nilo y se convierte en el salvador de su pueblo a lo largo del desierto y a travĂ©s del Mar Rojo hasta la Tierra Prometida.

En la cĂșpula del GĂ©nesis o de la CreaciĂłn hay veintisĂ©is escenas que comienzan con la creaciĂłn del cielo y la tierra. No es comĂșn la escena de la bendiciĂłn del sĂ©ptimo dĂ­a’ con Dios entronizado rodeado de los seis ĂĄngeles de los seis primeros dĂ­as. Le siguen la creaciĂłn de Eva a partir de la costilla de AdĂĄn, la tentaciĂłn de la serpiente, la expulsiĂłn del ParaĂ­so Terrenal y otros episodios caracterĂ­sticos del Libro. Los mosaicos de las tres primeras cĂșpulas se realizaron entre 1220 y 1240. Tras una larga interrupciĂłn de los trabajos, debida al empleo de equipos de mosaicos venecianos en la iglesia de San Salvador, la obra se reabriĂł con la decoraciĂłn de las Ășltimas cĂșpulas hacia 1260-1270.

Junto al portal que da acceso a la iglesia hay nichos con mosaicos que representan a los TheotĂłkos, los ApĂłstoles y, en el registro inferior, los Evangelistas. Estos mosaicos forman parte de la primera campaña decorativa de la iglesia, que incluye tambiĂ©n el mosaico con los cuatro protectores de la ciudad en el ĂĄbside (San Pedro, San NicolĂĄs, San Marcos y San ErmĂĄgoras) y los fragmentos de la DeposiciĂłn encontrados en el tetrĂĄpilo sureste del presbiterio, todos ellos fechados en el Ășltimo cuarto del siglo XI, Ă©poca del dux Domenico Selvo. Las figuras de la Theotokos y de los ApĂłstoles parecen pertenecer a un atelier bizantino, mientras que las de los Evangelistas (tal vez ligeramente posteriores) presentan rasgos que las acercan al estilo de los artesanos venecianos. El lenguaje es similar al bizantino provincial, que tiene su mĂĄximo resultado en los mosaicos de la iglesia de NeĂ  MonĂŹ en QuĂ­os.

El NĂĄrtex de la Basilica de San Marco de Venecia
Di Joanbanjo – Opera propria, CC BY-SA 3.0

Basilica de San Marcos Interior

La planta de la basĂ­lica tiene forma de cruz latina, aunque a primera vista pueda parecer griega, con cinco cĂșpulas distribuidas en el centro y a lo largo de los ejes de la cruz y conectadas por arcos (como en la iglesia de los Santos ApĂłstoles en tiempos de Justiniano, un modelo evidente para la basĂ­lica veneciana). Las naves, tres en cada brazo, estĂĄn divididas por columnatas que fluyen hacia los macizos pilares que sostienen las cĂșpulas; no estĂĄn hechas como un solo bloque de mamposterĂ­a, sino que se articulan a su vez como el mĂłdulo principal: cuatro soportes en los vĂ©rtices de un cuadrado, sectores abovedados de conexiĂłn y una parte central con una pequeña cĂșpula.

Los muros exteriores e interiores son delgados, para aligerar el peso del edificio sobre el delicado suelo veneciano, y parecen casi diafragmas tendidos entre pilar y pilar, que sostienen la balaustrada de las galerĂ­as de mujeres; no tienen ninguna funciĂłn de soporte, sino de taponamiento. Las paredes y los pilares estĂĄn completamente recubiertos de placas de mĂĄrmol policromado en el registro inferior. El suelo tiene un revestimiento de mĂĄrmol diseñado con mĂłdulos geomĂ©tricos y figuras de animales mediante las tĂ©cnicas del opus sectile y el opus tessellatum; aunque estĂĄ continuamente restaurado, conserva algunas partes originales del siglo XII. El suelo refleja motivos de la iconografĂ­a clĂĄsica, comunes en la zona del Alto AdriĂĄtico (ruedas, cuadrados, hexĂĄgonos, octĂłgonos, marcos decorados con rombos, imĂĄgenes de animales simbĂłlicos del cristianismo medieval) con otros que reflejan influencias bizantinas (las ocho grandes losas de mĂĄrmol de Proconnesia en los piedroces y las otras doce de mĂĄrmol griego bajo la cĂșpula de la AscensiĂłn).

Elementos de origen occidental son la cripta, que interrumpe la repetitividad de una de las cinco unidades espaciales, y la ubicación del altar, no en el centro de la estructura (como en el martyrion bizantino), sino en el presbiterio. Por eso los brazos no son idénticos, pero en el eje este-oeste tienen la nave mås ancha, creando así un eje longitudinal principal que dirige la mirada hacia el altar mayor, que alberga los restos de San Marcos. Detrås del altar mayor, frente al åbside, se encuentra el Pallón de Oro, que forma parte del Tesoro de San Marcos.

El grupo de columnas historiadas que sostienen el copón sobre el altar mayor reproducen modelos paleocristianos, con citas que también se recuerdan, aunque quizås recontextualizadas o incluso malinterpretadas. Este renacimiento especialmente recreado forma parte del deseo de Venecia de volver a conectarse con la época de Constantino al asumir el legado de los Imperii christiani tras conquistar Constantinopla. El presbiterio estå separado del resto de la basílica por un iconostasio, inspirado en las iglesias bizantinas. Consta de ocho columnas de mårmol rojo brocatelle y estå coronada por un alto crucifijo y estatuas de Pier Paolo y Jacobello dalle Masegne, una obra maestra de la escultura gótica (finales del siglo XIV). El presbiterio conduce a la sacristía y a una pequeña iglesia del siglo XV dedicada a San Teodoro por Giorgio Spavento, que alberga una Adoración del Niño de Giambattista Tiepolo. También destacan los pilares cercanos al portal, en los que Sebastiano da Milano talló motivos vegetales.

Crucero de la derecha

Al principio del transepto derecho, conectado con el Palacio Ducal, se encuentra el ambón de las reliquias, desde donde el recién elegido dux se mostró a los venecianos. En la nave izquierda se encuentra la capilla de San Clemente y el altar del Sacramento. Aquí estå el pilar en el que se encontró el cuerpo de San Marcos en 1094, como se cuenta en los interesantes mosaicos de la nave derecha (desde donde se accede a las salas del Tesoro de San Marcos). En los mosaicos del descubrimiento del cuerpo del santo (siglo XIII), se muestra el interior de la basílica en dos escenas, con las oraciones de invocación y agradecimiento del dux, el patriarca con su clero, los nobles y el pueblo.

Crucero de la izquierda

Al principio del transepto izquierdo se encuentra el doble ambĂłn para la lectura de las Escrituras; luego, en la nave derecha, estĂĄn la capilla de San Pedro y la capilla de la Madonna Nicopeia, un icono bizantino llegado a Venecia tras la Cuarta Cruzada y objeto de devociĂłn. En el lado norte se encuentran las entradas a la capilla de San Isidro de QuĂ­os y a la capilla de Mascoli.

Mosaicos de laBasilica de San Marcos

En el interior del vestĂ­bulo se encuentran los mosaicos mĂĄs antiguos de la basĂ­lica: los ApĂłstoles con la Virgen, que llevan mĂĄs de 950 años vigilando la puerta principal. En el interior de la iglesia propiamente dicha, tres cĂșpulas doradas compiten por su atenciĂłn.

Las imĂĄgenes estĂĄn pensadas para ser leĂ­das desde el extremo del altar hasta la entrada, por lo que la primera cĂșpula que se ve es en realidad la Ășltima:

  • la cĂșpula de PentecostĂ©s, con el EspĂ­ritu Santo representado por una paloma que lanza lenguas de fuego sobre las cabezas de los santos que la rodean.
  • En la cĂșpula central de la AscensiĂłn, del siglo XIII, los ĂĄngeles se arremolinan en torno a la figura central de Cristo flotando entre las estrellas.
  • La CĂșpula de los Profetas se ve mejor desde detrĂĄs del altar mayor, que alberga el sencillo sarcĂłfago que contiene el cuerpo de San Marcos.

Los mosaicos mĂĄs antiguos son los del ĂĄbside (Cristo PantocrĂĄtor, rehecho en el siglo XVI, y figuras de santos y apĂłstoles) y los de la entrada (ApĂłstoles y Evangelistas, ya mencionados), realizados a finales del siglo XI por artistas griegos y venecianos, y que presentan similitudes con los mosaicos, por ejemplo, de la Catedral Ursiana de RĂĄvena (1112) o con los de los ApĂłstoles del ĂĄbside de la Catedral de San Giusto de Trieste.

Los Apóstoles con la Theotokos y los Evangelistas probablemente decoraron la entrada central de la basílica incluso antes de la construcción del nårtex. Los restantes mosaicos del edificio fueron añadidos en la segunda gran campaña decorativa de la segunda mitad del siglo XII por artistas bizantinos y venecianos.

El atrio presenta historias del Antiguo Testamento, las tres cĂșpulas del eje longitudinal apoteosis divinas y cristolĂłgicas, los arcos relacionados presentan episodios de los Evangelios, las cĂșpulas laterales historias de santos.

La cĂșpula de PentecostĂ©s (la primera al oeste) fue construida a finales del siglo XII, posiblemente reproduciendo miniaturas bizantinas de un manuscrito de la corte bizantina. La cĂșpula central se conoce como cĂșpula de la AscensiĂłn y la que estĂĄ sobre el altar mayor como cĂșpula de Emanuel, y fueron decoradas despuĂ©s de la cĂșpula de PentecostĂ©s.

MĂĄs tarde, se decorĂł la cĂșpula del GĂ©nesis en el atrio (c. 1220-1240), siguiendo fielmente las ilustraciones de la Biblia del AlgodĂłn (otro renacimiento cristiano temprano) Las historias de los antiguos patriarcas: NoĂ©, Abraham, JosĂ© y MoisĂ©s estĂĄn representadas en las bĂłvedas y cĂșpulas inferiores. Esta cĂșpula de GĂ©nesis estĂĄ dividida geomĂ©tricamente en tres bandas circulares concĂ©ntricas alrededor de una decoraciĂłn de escamas doradas en el centro.

La historia estĂĄ dividida en veintisĂ©is escenas sobre las que corre el texto bĂ­blico en latĂ­n, que comienza con las palabras: “En el principio Dios creĂł los cielos y la tierra. El EspĂ­ritu de Dios estaba sobre las aguas”. Le siguen sucesivamente los dĂ­as de la creaciĂłn, en cada uno de los cuales estĂĄ presente la figura de Dios creador, identificado -segĂșn la iconografĂ­a oriental- en el joven Cristo con el halo cruzado y la cruz astrolĂłgica, el Verbo vivo del Padre, y con Ă©l, desde el principio, el creador del universo, como se lee al principio del Evangelio de Juan. El crucero norte, construido posteriormente, estĂĄ decorado con una serie de escenas en las que corre el texto latino de la Biblia.

El transepto norte, construido posteriormente, tiene la cĂșpula dedicada a San Juan Evangelista e Historias de la Virgen en los arcos. En el transepto sur se encuentra la cĂșpula de San Leonardo (con otros santos) y, sobre la nave de la derecha, hechos de la Vida de San Marcos. Los artistas venecianos introdujeron cada vez mĂĄs elementos occidentales, derivados del arte romĂĄnico y gĂłtico, en estas obras y en las contemporĂĄneas de la tribuna.

MĂĄs tardĂ­os son los mosaicos de las pequeñas cĂșpulas de JosĂ© y MoisĂ©s, en el lado norte del atrio, probablemente de la segunda mitad del siglo XIII, donde se buscan efectos de grandiosidad con una reducciĂłn del escenario arquitectĂłnico en funciĂłn de la narraciĂłn. Otros mosaicos notables decoran el Baptisterio, la Capilla Mascoli y la Capilla de San Isidro.

Las Ășltimas decoraciones de mosaico son las de la Capilla Zen (esquina sur del atrio), donde se dice que volviĂł a trabajar un maestro griego de considerable habilidad.

Muchos de los mosaicos deteriorados se rehicieron posteriormente, manteniendo los temas originales. Algunos de los cartones fueron realizados por Michele Giambono, Paolo Uccello, Andrea del Castagno, Paolo Veronese, por Jacopo Tintoretto y su hijo Domenico (estos dos Robusti fueron realizados a menudo por Lorenzo Ceccato) Tiziano y Padovanino en cambio prepararon los cartones para los mosaicos de la sacristĂ­a.

Los mosaicos del siglo XII son de origen griego y son obra de artistas que, para facilitar la referencia, pueden llamarse Maestro del Emmanuel, Maestro de la AscensiĂłn, Maestro de PentecostĂ©s, flanqueados por numerosos ayudantes. El primero es responsable de la cĂșpula del Emmanuel, del hemiciclo del ĂĄbside, de las capillas laterales con las historias de San Marcos, San Pedro y Santa Clementina y de los milagros de Cristo en los cruceros. En la segunda, los relatos de la PasiĂłn y la AscensiĂłn, las cĂșpulas laterales y el martirio de los ApĂłstoles en la bĂłveda y el luneto del lado sur de los piedroces de la basĂ­lica, en la tercera, la cĂșpula de PentecostĂ©s y probablemente las dos bĂłvedas occidentales, redecoradas en el Renacimiento con el Apocalipsis de Juan y el ParaĂ­so. DespuĂ©s del siglo XIII se produjo una traducciĂłn del lenguaje artĂ­stico de los mosaicos del griego al latĂ­n por parte de artistas como Paolo Veneziano. Esta traducciĂłn se profundiza en el ciclo de la capilla de San Isidoro y se completa tanto con Paolo Uccello como en la capilla Mascoli, hacia mediados del siglo XV, donde se registra la presencia de Andrea del Castagno. Los mosaicos del interior, por primera vez en el siglo XIII, fueron realizados por Andrea del Castagno.

Mosaico "SANCTUS CESARIUS", Basilica di San Marco a Venezia, sottarco inferiore della galleria sud.
perrant – Opera propria

Los mosaicos interiores, en su mayorĂ­a del siglo XII, se inspiran en los principios del arte bizantino. El nĂșcleo central, que narra la historia de la salvaciĂłn cristiana, abarca desde las profecĂ­as mesiĂĄnicas hasta la segunda venida (parusĂ­a) de Cristo juez en el fin del mundo y tiene sus puntos focales en las tres grandes cĂșpulas de la nave principal: la cĂșpula del Presbiterio, la de la AscensiĂłn y la de PentecostĂ©s. Se lee desde el presbiterio hacia la fachada, de este a oeste, siguiendo el curso del sol, que se asocia simbĂłlicamente con Cristo, que es el sol perpetuo para la humanidad.

En la cĂșpula del Presbiterio encontramos a los profetas que, en torno a MarĂ­a, anuncian los textos de sus profecĂ­as. Junto a MarĂ­a, en actitud orante y en posiciĂłn central, IsaĂ­as, señalando al joven imberbe en el centro de la cĂșpula, pronuncia las palabras: “He aquĂ­ que la Virgen concebirĂĄ y darĂĄ a luz un hijo, que se llamarĂĄ Emanuel, Dios con nosotros” (7,14). (7:14); y David, progenitor del linaje real de Israel, vistiendo los suntuosos ropajes del emperador de Bizancio, proclama la realeza del niño que nacerĂĄ de ella: “El fruto de tu vientre pondrĂ© en mi trono” (Salmo 132:11). El mismo tema iconogrĂĄfico vuelve a aparecer en las paredes de la nave: diez pinturas en mosaico, magnĂ­ficas obras del siglo XIII (los pinakes), presentan a la Virgen en la pared de la derecha, y a Cristo Emmanuel en la de la izquierda, rodeados por cuatro profetas respectivamente. El cumplimiento de las profecĂ­as comienza en las escenas que representan el anuncio del ĂĄngel a MarĂ­a y sigue con la adoraciĂłn de los Magos, la presentaciĂłn en el templo, el bautismo de JesĂșs en el rĂ­o JordĂĄn en la bĂłveda sobre el iconostasio (mosaicos rehechos sobre cartones de Jacopo Tintoretto).

En los dos cruceros, en las paredes y en las bĂłvedas, los actos de JesĂșs para consolar a los enfermos, a los que sufren y a los pecadores se traducen en numerosas imĂĄgenes.

En las bĂłvedas sur y oeste, bajo la cĂșpula central, se reĂșnen los Ășltimos acontecimientos de la vida de JesĂșs: la entrada en JerusalĂ©n, la Última Cena, el lavado de los pies, el beso de Judas y la condena por parte de Pilato.

El gran panel del Huerto de GetsemanĂ­ es del siglo XIII. En el centro de la basĂ­lica se encuentran las escenas de la CrucifixiĂłn y el Descenso a los Infiernos (anastasis, en griego) con la gran imagen de Cristo victorioso sobre la muerte, asĂ­ como la representaciĂłn de la ResurrecciĂłn. En la cĂșpula de la AscensiĂłn, en el cĂ­rculo estrellado del centro, estĂĄ Cristo, sentado sobre un arco iris, llevado hacia arriba por cuatro ĂĄngeles en vuelo. Abajo, entre esplĂ©ndidos ĂĄrboles que representan el mundo terrenal, estĂĄn los doce ApĂłstoles con la Virgen y dos ĂĄngeles. Entre las ventanas, diecisĂ©is figuras femeninas danzantes personifican las virtudes y las bienaventuranzas: entre las muchas presentes estĂĄn la fe, la justicia, la paciencia, la misericordia y la caridad coronadas con tĂșnicas reales con la inscripciĂłn latina “madre de todas las virtudes”.

Pero la principal razĂłn por la que los visitantes pagan 2 euros para entrar en este espacio es para ver la estupenda Pala d’Oro, un retablo de oro tachonado con 2000 esmeraldas, amatistas, zafiros, rubĂ­es, perlas y otras piedras preciosas. Sin embargo, los tesoros mĂĄs valiosos del biombo son las figuras bĂ­blicas en vibrante cloisonnĂ©, iniciadas en Constantinopla en el año 976 d.C. y embellecidas por orfebres venecianos en 1209.

Los santos esmaltados tienen barbas salvajes y desaliñadas y los ojos muy abiertos fijos en JesĂșs. Otros huesos sagrados y botines de las Cruzadas llenan el Tesoro (entrada de 3 euros) y hay mĂĄs tesoros expuestos en el museo de la planta superior, al que se accede desde el vestĂ­bulo.

interior de la basilica de san marco en venecia
Interior de la Basilica de San Marco en Venecia

Campanario de San Marcos

La tercera cĂșpula es la de PentecostĂ©s, donde el EspĂ­ritu Santo, en el centro con la etimologĂ­a, en el sĂ­mbolo de la paloma desciende en forma de lenguas de fuego sobre los apĂłstoles. En la base, entre las pequeñas ventanas, estĂĄn representados grupos de pueblos que escucharon, cada uno en su propia lengua, el mensaje cristiano. En la parte superior de la cĂșpula, en el centro de un nimbo formado por cĂ­rculos concĂ©ntricos, los sĂ­mbolos del trono, el libro y la paloma aluden al Padre sentado en el trono del cielo, al Verbo cuya palabra se condensa en el libro del Evangelio, al EspĂ­ritu Santo que inaugura la nueva fase de la historia humana evocada por la imagen de la paloma que, portando la rama de olivo, anunciĂł el fin del Diluvio y un futuro de vida y paz.

En la fachada interior se encuentra el motivo iconogrĂĄfico bizantino de la Deesis (IntercesiĂłn) en el que San Marcos sustituye al tradicional San Juan Bautista. En la nave derecha del presbiterio, un mosaico bizantino del siglo XII representa el traslado del cuerpo de San Marcos desde AlejandrĂ­a a Venecia.

Representa a los venecianos Tribuno y RĂșstico, ayudados por sus cĂłmplices alejandrinos, colocando el cuerpo del santo en una caja; el transporte de la caja al grito de kanzir (“cerdo” en ĂĄrabe); el disgusto de los aduaneros musulmanes ante la mercancĂ­a impura; el barco saliendo de AlejandrĂ­a; la tormenta en el mar cerca de la rĂ­a; la recepciĂłn festiva en Venecia. Cristo PantocrĂĄtor en el presbiterio se encuentra en el centro de un trono tachonado de piedras preciosas, con la mano derecha levantada en señal de bendiciĂłn y la izquierda sosteniendo el Libro abierto, adornado con piedras preciosas que simbolizan el extraordinario valor espiritual y escatolĂłgico de su anuncio. En torno a ella, cuatro evangelistas escriben el comienzo de su Evangelio. Abajo aparece la Virgen MarĂ­a, rezando, y a su lado dos donantes: el dux Ordelaffo Falier y la emperatriz bizantina Irene de Atenas.

En un subarco inferior de la galerĂ­a sur, hay una representaciĂłn de “SANCTUS CESARIUS”, San CĂ©sar, diĂĄcono y mĂĄrtir de Terracina-patrĂłn de los emperadores romanos, invocado contra los ahogamientos y las inundaciones- y de su compañero de martirio “SANCTUS IULIANUS”, San JuliĂĄn, presbĂ­tero y mĂĄrtir.

Todas las escenas de mosaico, sumergidas en el oro que, segĂșn la tradiciĂłn oriental, es sĂ­mbolo de la luz divina, se completan con inscripciones en latĂ­n: pasajes bĂ­blicos, transcritos con precisiĂłn o resumidos de la Vulgata de San JerĂłnimo, o bellas oraciones e invocaciones en forma poĂ©tica medieval. Las diversas escenas de mosaico tienen explicaciones en verso leonino. Estas inscripciones tambiĂ©n estĂĄn presentes en el atrio.

Sobre la figura de la etimasia, la preparaciĂłn del trono para el Juicio Final, entre dos querubines y dos arcĂĄngeles. A ambos lados de la composiciĂłn central se encuentran, en sucesiĂłn jerĂĄrquica de abajo a arriba, doce profetas, doce apĂłstoles y doce arcĂĄngeles. Encima, entre diĂĄconos que esparcen incienso, se encuentran las fiestas de la iglesia bizantina. En el suelo de la basĂ­lica se representan en mosaico diversos animales tomados de los bestiarios medievales, entre ellos el pavo real, sĂ­mbolo cristiano de la inmortalidad.

Los maravillosos mosaicos policromos del siglo XII que cubren el suelo de la basílica presentan dos técnicas diferentes: el opus tessellatum, que utiliza teselas de diferentes tamaños pero cortadas con regularidad, y el opus sectile, un conjunto de pequeños fragmentos irregulares de diferentes piedras, utilizado principalmente para motivos geométricos y zoomórficos.

También son interesantes los mosaicos del antibautismo y del baptisterio, ejecutados en el siglo XIV.

En 2017 se informĂł de la finalizaciĂłn de los estudios ortofotogrĂĄficos y fotogramĂ©tricos de todas las superficies de la basĂ­lica con mosaicos al fresco. La tĂ©cnica utilizada permite la creaciĂłn de imĂĄgenes 2D y 3D de alta resoluciĂłn, navegables de forma performante y segĂșn un plano de luz continuo, libre de zonas de sombra.

Las campanas

En 1819/20 el fundidor Domenico Canciani Dalla Venezia fundiĂł un nuevo concierto de cinco campanas a partir de los restos de las campanas antiguas (incluida la mayor, de mĂĄs de 40 quintales); de este concierto, sĂłlo la campana mayor, heredera de la famosa Marangona, se salvĂł en el derrumbe de 1902. Las campanas que se habĂ­an roto durante el derrumbe del campanario se refundieron, utilizando los fragmentos de las cuatro campanas antiguas para fundir las nuevas. Estas nuevas campanas fueron donadas por el Papa PĂ­o X. El nuevo concierto, realizado por los fundidores Barigozzi de MilĂĄn en 1909 en una fundiciĂłn construida a tal efecto en la isla de Santa Elena, consta de cinco campanas, cuyos nombres estĂĄn relacionados con las ocasiones en las que se utilizaban antiguamente:

  • Marangona o Carpentiera o Campanon (primero), conocido como La2, fundido por Domenico Canciani en 1819/20, diĂĄmetro 180 cm; peso 36,25 quintales;
    • Es la campana mĂĄs grande y la Ășnica que se salvĂł del derrumbe del anterior campanario en 1902; sus campanadas anunciaban el comienzo y el final de las horas de trabajo de los marangoni (de los que la campana toma su nombre), es decir, los carpinteros del Arsenal (y este sonido tradicional ha sobrevivido en parte hasta nuestros dĂ­as con el toque de la Nona a mediodĂ­a, que no sĂłlo anuncia el Ángelus sino tambiĂ©n el final de las horas de trabajo; y a las 14 horas, con el toque de la 2: 00, con el tañido de las 2 campanas menores, anunciando el inicio del trabajo de la tarde). La Marangona tambiĂ©n sonĂł para las reuniones del Maggior Consiglio.
  • Nona o Mezzana (segunda), nota B2 menguante, fundida por Fratelli Barigozzi de MilĂĄn en 1909, diĂĄmetro 156 cm; peso 25,56 quintales;
    • Siempre sonaba a mediodĂ­a y a medianoche, las horas en que se podĂ­an enviar las Ășltimas cartas al Rialto.
  • Trottiera o QuarantĂŹa (tercera), nota Do♯3 calante, fundida por Fratelli Barigozzi de MilĂĄn en 1909, diĂĄmetro 138,5 cm; peso 18,07 quintales;
    • Sonaba para dar la segunda señal a los nobles que tenĂ­an que asistir a las reuniones del Maggior Consiglio.
  • Pregadi o Mezza Terza (cuarta), D3 menguante, fundida por Fratelli Barigozzi de MilĂĄn en 1909; diĂĄmetro 129 cm; peso 13,66 quintales;
    • Sonaba para las reuniones del Senado, cuyos miembros se llamaban Pregadi; para todas las funciones religiosas y a primera hora.
  • Renghiera o Maleficio (quinta), nota E3 menguante, fundida por Fratelli Barigozzi de MilĂĄn en 1909, diĂĄmetro 116 cm; peso 10,11 quintales;
    • Es la mĂĄs pequeña de las campanas y anunciaba las ejecuciones que tenĂ­an lugar entre las columnas de San Marcos y San Todaro.
    • El pleno, es decir, el toque de todas las campanas al mismo tiempo, se produce sĂłlo para las grandes solemnidades del año litĂșrgico y para el dĂ­a de San Marcos (25 de abril).

Las campanas fueron atascadas con bloques de madera por Morellato, electrificadas originalmente en 1953 por la empresa suiza “Schlieren – Wagons & Ascenseurs”, y actualmente mantenidas por Vanin de Trebaseleghe (PD), que reconstruyĂł el sistema en 1996.

En enero de 2018, la ProcuradurĂ­a de la BasĂ­lica de San Marcos decidiĂł instalar 5 electropercusores externos para cada una de las 5 campanas. Estos “martillos” simulan, mediante campanadas desordenadas, el tradicional sonido “a distesa a slancio” (una campana en movimiento o mĂĄs bien mecida en la que el badajo vuela y golpea la cara superior del bronce). Ya en 2017, se habĂ­a instalado un martillo en la segunda campana llamada la Novena para simular la extensiĂłn del mediodĂ­a. Estos martillos se instalaron para la seguridad de los turistas, a pesar de que las campanas se revisan cada mes y nunca se ha producido ningĂșn accidente. Hoy en dĂ­a, cuando el campanario estĂĄ cerrado al pĂșblico, las campanas suenan en silencio y siguen sonando de la misma manera incluso en los dĂ­as festivos importantes con turistas en el campanario.

SimbologĂ­as dela BasĂ­lica de San Marcos

El arquitecto desconocido

El nĂșmero de la basĂ­lica es el cinco: aparece dibujado a modo de dado y es visible en la silla en la que se sienta el llamado “arquitecto desconocido” de San Marcos. El bajorrelieve que lo representa es el primero por la izquierda, dentro del gran arco de la puerta central. El “arquitecto desconocido” estĂĄ representado bajo la apariencia de un sabio oriental con turbante: en realidad, los arquitectos a los que el dux Contarini llamĂł para construir la basĂ­lica eran griegos. Se le muestra sentado para resaltar su nivel de dignidad, y tambiĂ©n lleva una muleta, signo de enfermedad fĂ­sica. En esto se asocia a la gran tradiciĂłn mĂ­tica griega y nĂłrdica que permitĂ­a al homo faber alcanzar cotas muy altas pero le obligaba a pagar el precio de alguna manera con la enfermedad. El arquitecto es representado entonces en el acto de comerse el dedo: la leyenda atribuye esta expresiĂłn de decepciĂłn al castigo que el dux le habrĂ­a dado despuĂ©s de que, a su felicitaciĂłn por la gran obra realizada, el arquitecto le hubiera respondido: “PodrĂ­a haberlo hecho mejor” (si hubiera tenido mĂĄs dinero): por este acto de soberbia habĂ­a sido castigado. La expresiĂłn de decepciĂłn del dux tambiĂ©n se representa en el acto de comerse el dedo.

La arquitectura divina

Dios, la Trinidad se identifican con el nĂșmero tres o, geomĂ©tricamente, con un triĂĄngulo. En la antigĂŒedad, el mundo se identificaba con el nĂșmero cuatro, con los cuatro puntos cardinales. La figura encerrada en cuatro puntos es deformable: se puede obtener, en efecto, un rectĂĄngulo, un rombo, un trapecio. Y lo que es deformable es tambiĂ©n inestable, mientras que el triĂĄngulo siempre lo es. La BasĂ­lica de San Marcos se identifica con las cinco, las cinco cĂșpulas. La central es la del Cristo histĂłrico. Esto tiene un significado simbĂłlico: la llegada de Cristo “diviniza” la creaciĂłn al igual que la cĂșpula central divide el cuadrado dado por las cuatro cĂșpulas exteriores en cuatro triĂĄngulos. Y de este modo, la creaciĂłn del cuadrado tambiĂ©n se vuelve indeformable.

Otras simbologĂ­as en la BasĂ­lica

Las tres astas frente a la basĂ­lica marciana llevan hoy las banderas de Italia, Europa y Venecia. Representaban los territorios de CandĂ­a, Morea y Chipre conquistados por Venecia.

Un dodecaedro estrellado se encuentra en el suelo ante la puerta principal de entrada a la BasĂ­lica, bajo el iconostasio y en el coro. Para los sabios de la AntigĂŒedad, era un sĂ­mbolo de Venus, el planeta regente de Venecia. Representa la manifestaciĂłn de la forma divina en la naturaleza: PlatĂłn la convirtiĂł en sĂ­mbolo de la armonĂ­a del cosmos (sĂłlidos platĂłnicos).

A la izquierda de la entrada lateral de la basílica, en el suelo de mosaico, hay un rinoceronte de fecha incierta. La planta que hay detrås es un símbolo de fuerza. También se dice que esta imagen es un talismån para alejar las enfermedades.

El rombo de pĂłrfido en el suelo del atrio frente al portal principal representa el lugar exacto donde el emperador Federico Barbarroja se arrodillĂł ante el papa Alejandro III en 1177.

En el suelo, cerca del Pala d’oro, en el camino de salida, hay una piedra que representa un cuerno ducal y un animal, un erizo negro. El corazĂłn del Dux Francesco Erizzo (1566-1646, Dux desde 1631) fue enterrado aquĂ­. El erizo es un sĂ­mbolo de la familia patricia a la que pertenecĂ­a. El resto de los restos se encuentran en la iglesia de San Martino en Castello.

Como llegar a la Basilica de San Marcos

Desde Piazzale Roma:

En las lĂ­neas de autobuses acuĂĄticos:

1 (tiempo: 40 minutos aprox.)
5.1 directo (tiempo: unos 20 minutos)
2 directos (tiempo: 30 minutos aprox.)
A pie se tarda unos 30-40 minutos.

Desde la estaciĂłn de tren (Santa LucĂ­a):

Con los vaporettos de las lĂ­neas:

1 que tarda unos 35 minutos,
5.1 directo (tiempo: 25 minutos aprox.)
2 directos, (tiempo: 25 minutos aprox.)
A pie se tarda unos 30-45 minutos

a pie:

Desde el Campo della Stazione Santa Lucia ir por Fondamenta Santa Lucia y tomar Rio Terà Lista di Spagna a la izquierda; después del puente delle Guglie ir por Rio Terà San Leonardo, luego el puente y después seguir recto por Rio Terà Maddalena; finalmente, ir por Strada Nova; seguir recto hasta Campo dei SS. Apostoli; después del Campo, manténgase a la derecha y camine a lo largo del puente y del sub-portego; siga hasta la calle Dolfin; gire a la izquierda y luego a la derecha, camine a lo largo del puente y luego siga hasta la Salizada San Giovanni Grisostomo; cruce el puente, camine a lo largo de la Salizada del Fontego dei Tedeschi y luego el Campo San Bartolomio; seguir recto en Mercerie II Aprile y luego en Campo San Salvador y en la calle del Lovo; cruzar el puente y luego la calle del Teatro; girar a la izquierda en Corte Teatro y luego en Campo San Luca; mantener la izquierda y seguir en la calle Goldoni; seguir recto en Fondamenta Orseolo; cruzar las Procuratie y se encontrarå en la plaza San Marco. Para llegar a la Basílica de San Marcos hay que ir a la izquierda a lo largo de la plaza: se llega en unos 30 minutos. Si se encuentra en Piazzale Roma, llegue al Campo della Stazione Santa Lucia cruzando el Ponte della Costituzione.

*Cuando se circula por Venecia, dado que las calli y las fondamenta son muy estrechas, es aconsejable mantenerse siempre a la derecha, y dejar que los venecianos y/o los que tienen que llegar al lugar de trabajo circulen fåcilmente, sin obståculos. Es una señal de respeto a una ciudad tan delicada.

La BasĂ­lica de San Marcos y el Coronavirus (Covid-19)

La BasĂ­lica de San Marcos y su Museo, el Tesoro, el PallĂłn de Oro y el Campanario estĂĄn actualmente cerrados a las visitas turĂ­sticas.

El acceso a la BasĂ­lica para el culto y las celebraciones litĂșrgicas es posible (entrada por la Porta dei Fiori, lado norte, Piazzetta dei Leoncini)

Se recomienda a todos los visitantes que respeten el carĂĄcter sagrado del lugar, recordando en particular que:
– La vestimenta y el comportamiento deben ser acordes con la naturaleza religiosa del edificio;
– No se permite la realizaciĂłn de fotografĂ­as o grabaciones de vĂ­deo;
– No estĂĄ permitido el uso de manos libres, pero sĂ­ de auriculares;
– No es posible entrar con equipaje o bolsas grandes.

Basilica de San Marcos Entradas

La entrada a la iglesia y el recorrido por el circuito central son gratuitos, aunque entre abril y octubre se pueden comprar entradas para saltarse la cola por 3 euros (los niños menores de 5 años entran gratis). Deberå vestir con modestia (es decir, con las rodillas y los hombros cubiertos) y dejar los bolsos grandes a la vuelta de la esquina en la consigna del Ateneo San Basso. Los que simplemente deseen rezar o asistir a la misa, así como las personas con discapacidad, pueden entrar por la Porta dei Fiori, en el lado norte de la iglesia.

La BasĂ­lica de San Marcos entrada: 3 euros; gratuita para niños de hasta 6 años, con la posibilidad de visitar tambiĂ©n el Pala d’Oro (suplemento: 5 euros; gratuito para niños de hasta 6 años) y el Museo – Loggia dei Cavalli suplemento: 7 euros; gratuito para niños de hasta 6 años.

Los domingos Museo – Loggia dei Cavalli (entrada: 7 euros; niños hasta 6 años gratis).

Debido a la normativa vigente para contener la pandemia de Covid-19, los sĂĄbados y domingos sĂłlo se pueden comprar entradas en la taquilla de San Basso (Piazzetta dei Leoncini).

El Campanile estå abierto todos los días entrada: 10 euros; gratuita para niños de hasta 6 años. En caso de condiciones meteorológicas desfavorables (niebla, viento fuerte, frío intenso), el campanario permanecerå cerrado.


El acceso a la BasĂ­lica para la oraciĂłn, la Santa Misa y otras celebraciones litĂșrgicas es siempre gratuito entrando por la Porta dei Fiori (Piazzetta dei Leoncini – lado norte).


Se recomienda a todos los visitantes que respeten el carĂĄcter sagrado del lugar, recordando en particular que:

  • La vestimenta y el comportamiento deben ser acordes con el carĂĄcter religioso del edificio;
  • No se permiten las fotografĂ­as ni las grabaciones de vĂ­deo, salvo para un uso estrictamente privado y no profesional;
  • No se permiten las explicaciones por altavoz, pero sĂ­ el uso de auriculares;
  • No es posible entrar con maletas o bolsas grandes (hay un depĂłsito de equipaje en la Piazzetta dei Leoncini, a pocos metros de la BasĂ­lica).

DirecciĂłn: Piazza San Marco tel: +390041 270 83 11 Visita el sitio web Horario: 9.30am-5pm Lun-Sab, 2-5pm Dom verano, a 4.30pm Dom invierno

Basilica de San Marcos Horarios

La BasĂ­lica de San Marcos se puede visitar desde las 9.30 horas (domingos y dĂ­as de precepto a partir de las 14.00 horas) hasta las 17.15 horas (Ășltima entrada a las 16.45 horas), con la posibilidad de visitar tambiĂ©n el Pala d’Oro y el Museo – Loggia dei Cavalli (Ășltima entrada a las 16.45 horas).

Los domingos por la mañana, de 9.30 a 14 horas, sĂłlo se puede visitar el Museo – Loggia dei Cavalli

Debido a la normativa vigente para contener la pandemia de Covid-19, los sĂĄbados y domingos sĂłlo se pueden comprar entradas en la taquilla de San Basso (Piazzetta dei Leoncini).

El Campanile estĂĄ abierto todos los dĂ­as de 9.30 a 17.15 horas (Ășltima subida a las 16.45 horas). En caso de condiciones meteorolĂłgicas desfavorables (niebla, viento fuerte, frĂ­o intenso), el campanario permanecerĂĄ cerrado.


El acceso a la BasĂ­lica para la oraciĂłn, la Santa Misa y otras celebraciones litĂșrgicas es siempre gratuito entrando por la Porta dei Fiori (Piazzetta dei Leoncini – lado norte).

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Detalles

Telefono: 390412708311

Website: http://www.basilicasanmarco.it

Horario:

Basilica de San Marcos Horarios

Horario: 9.30am-5pm Lun-Sab, 2-5pm Dom verano, a 4.30pm Dom invierno

Precio:

Basilica de San Marcos Precio

  • La BasĂ­lica de San Marcos entrada: 3 euros; gratuita para niños de hasta 6 años, con la posibilidad de visitar tambiĂ©n el Pala d'Oro (suplemento: 5 euros; gratuito para niños de hasta 6 años) y el Museo - Loggia dei Cavalli suplemento: 7 euros; gratuito para niños de hasta 6 años.
  • Los domingos Museo - Loggia dei Cavalli (entrada: 7 euros; niños hasta 6 años gratis).
  • El Campanile estĂĄ abierto todos los dĂ­as entrada: 10 euros; gratuita para niños de hasta 6 años.

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