RIJEKA
Rijeka
Bienvenido a Rijeka.
Rijeka, la tercera ciudad mĂĄs grande de Croacia, es una bulliciosa mezcla de puerto del siglo XX con la grandeza italiana de los Habsburgo.
La mayorĂa de la gente pasa a toda velocidad de camino a las islas o a Dalmacia, pero los que se detienen descubren el encanto, la cultura, la buena vida nocturna, los intrigantes festivales y el carnaval mĂĄs colorido de Croacia.
La capital comercial de la idĂlica costa adriĂĄtica es la ciudad cultural y destino de vacaciones de Rijeka, con su puerto internacional que le otorga un toque cosmopolita.
Rijeka no es solo la puerta de entrada a los hermosos centros turĂsticos costeros de la isla, sino que tambiĂ©n es una delicia para los turistas con sus encantadores edificios histĂłricos.
Un paseo por el Korzo Promenade en la parte antigua de la ciudad ofrece una gran cantidad de edificios clåsicos y una variedad de cafés callejeros ideales para descansar los pies y disfrutar del desfile.
Rijeka tambiĂ©n tiene un carnaval anual lleno de mĂșsica animada y bailes, lo que permite vislumbrar el antiguo folklore y la mitologĂa eslavas.
Los juerguistas se ponen mĂĄscaras para ahuyentar a las fuerzas del mal y hay numerosos eventos, conciertos y el desfile de carnaval.
Hay mucho para comer, beber, ver y hacer en esta ciudad portuaria vibrante.
La mejor manera de ver las atracciones culturales e histĂłricas de Rijeka es seguir la ruta turĂstica muy usada que recorre todos los lugares mĂĄs importantes de la ciudad.
La mayorĂa de ellos son accesibles a pie, ya que estĂĄn ubicados en o cerca del centro de la ciudad.
Para ver el notable Castillo Trsat de Rijeka, los visitantes deben lidiar con algunos pasos de piedra formidables.
Pero ciertamente vale la pena subir.
A pesar de algunas lamentables aventuras arquitectĂłnicas en las afueras, gran parte del centro estĂĄ repleto de ornamentados edificios de estilo austrohĂșngaro.
Es una ciudad sorprendentemente verde una vez que se abandona su nĂșcleo de hormigĂłn, que contiene el mayor puerto de Croacia, con barcos, cargueros y grĂșas a lo largo del paseo marĂtimo.
Rijeka es un centro de transporte vital, pero como no hay una playa real en la ciudad, la mayorĂa de la gente se instala en la cercana Opatija.
Historia de Rijeka
Tras su exitosa conquista de los indĂgenas ilirios liburnos, los romanos establecieron aquĂ un puerto llamado Tarsaticae.
Las tribus eslavas emigraron a la regiĂłn en el siglo VII y construyeron un nuevo asentamiento dentro de la antigua ciudad romana.
La ciudad cambió de señores feudales -desde la nobleza alemana hasta los duques francos de Krk- antes de pasar a formar parte del imperio austriaco a finales del siglo XV.
Rijeka era una importante salida al mar para los austriacos y en 1725 se construyĂł una nueva carretera que conectaba Viena con la costa de Kvarner.
Esto impulsĂł el desarrollo econĂłmico, especialmente la construcciĂłn naval, industria que ha seguido siendo el eje de la economĂa de Rijeka desde entonces.
En 1750 Rijeka sufriĂł un devastador terremoto que destruyĂł gran parte de su corazĂłn medieval.
Treinta años mĂĄs tarde, las murallas de la ciudad vieja fueron eliminadas para permitir la construcciĂłn de un centro comercial mĂĄs moderno. Korzo, la principal vĂa peatonal de Rijeka, se construyĂł como una gran avenida en el lugar de las murallas demolidas.
Con el nacimiento de la doble monarquĂa austro-hĂșngara en 1867, Rijeka pasĂł a la jurisdicciĂłn del gobierno hĂșngaro.
Se construyeron imponentes edificios municipales y un nuevo ferrocarril uniĂł la ciudad con Zagreb, Budapest y Viena, trayendo los primeros turistas al Golfo de Kvarner.
Entre 1918, cuando las tropas italianas se apoderaron de Rijeka e Istria, y 1945, cuando Rijeka pasĂł a formar parte de la Yugoslavia de posguerra, cambiĂł de manos varias veces, con perĂodos esporĂĄdicos como ciudad libre (conocida con su nombre italiano, Fiume).
En 1991, Rijeka pasĂł a formar parte de la Croacia independiente, pero conserva una considerable y bien organizada minorĂa italiana que tiene su propio periĂłdico, La Voce del Popolo.
Para dormir en Rijeka
A diferencia del resto de la costa croata, los precios de los pocos hoteles de Rijeka son constantes durante todo el año, excepto en Carnaval, cuando hay un recargo y hay que reservar con mucha antelación.
Hay pocas habitaciones privadas en la propia Rijeka; la oficina de turismo ofrece una lista en su sitio web.
La cercana Opatija tiene muchos mĂĄs alojamientos, pero suelen ser mucho mĂĄs caros.
Para comer en Rijeka
Los domingos, cuando la mayorĂa de los restaurantes estĂĄn cerrados, hay muy poca oferta.
Muchas cafeterĂas del Korzo sirven comidas ligeras. Los amantes de la gastronomĂa deberĂan dirigirse a la cercana Volosko, donde hay una franja de restaurantes de gran calidad.
7 Razones para visitar Rijeka
Las calles y plazas laberĂnticas del antiguo nĂșcleo de Rijeka tienen excelentes placas multilingĂŒes que explican la historia de cada vista.
El patrimonio Habsburgo de la ciudad
Rijeka cayĂł por primera vez bajo el dominio de los Habsburgo en 1446 y, a pesar de los numerosos ataques de venecianos, otomanos y otros, permaneciĂł bajo el dominio de Austria-HungrĂa hasta la Segunda Guerra Mundial.
A partir del siglo XVI, la ciudad fue reconstruida en estilo renacentista, y muchos de los edificios de esa Ă©poca dan a la ciudad su inconfundible carĂĄcter barroco.
El fastuoso Teatro Nacional Croata Ivan pl. Zajc es quizĂĄs el mejor ejemplo: no desentonarĂa en ninguna de las grandes ciudades centroeuropeas.
El Palacio del Gobernador, de color blanco brillante, construido en un estilo similar por Alajos Hauszmann, es igualmente grandioso y hoy alberga el Museo MarĂtimo y de Historia de la Costa Croata y el Museo de la Ciudad de Rijeka.
El Palacio de Modello, otra joya austrohĂșngara ornamentada con una intrincada fachada de estuco, alberga la biblioteca de la ciudad.
La torre del reloj de la ciudad, la Gradski Toranj, es una de las favoritas de los habitantes y los visitantes.
Sigue siendo el recuerdo mĂĄs llamativo de esta parte de la historia de la ciudad.
Construida en 1876, presenta un relieve en piedra del escudo del åguila bicéfala de Rijeka, concedido a la ciudad por el emperador Leopoldo I de Habsburgo.
Paseo Maritimo del Korzo
El Korzo es el principal paseo marĂtimo de Rijeka y el alma de la ciudad.
Paralelo al terraplén de la Riva, estå repleto de cafés, restaurantes, tiendas y algunos de los edificios mås famosos de la ciudad.
A mitad de camino se encuentra Gradski Toranj, un lugar popular para reunirse antes de salir a comer o tomar un café.
El Korzo, en gran parte peatonal, es perfecto para pasear.
Recorrerlo le darĂĄ una visiĂłn general de la ciudad, sus gentes y su carĂĄcter.
También es una gran introducción a la singular cultura de los cafés de la ciudad.
A diferencia de otras partes de Croacia, donde impera el estilo italiano de “tirar la puerta atrĂĄs y seguir adelante”, la buena gente de Rijeka prefiere la forma austriaca de disfrutar del cafĂ©: reunirse con los amigos, coger su mesa favorita y quedarse, cotilleando, debatiendo, riendo e intercambiando historias con una taza de cafĂ© y un trozo de tarta.
El loco carnaval de Rijeka
Las cosas se animan en la Korzo en febrero, cuando Rijeka acoge el carnaval mĂĄs estridente de Croacia.
La marcha principal del carnaval se celebra el Ășltimo domingo antes del MiĂ©rcoles de Ceniza y mĂĄs de 100.000 personas se agolpan en la ciudad para ver el espectĂĄculo.
El carnaval se remonta a 1449 y fue una reacciĂłn a una ordenanza municipal que prohibĂa el uso de mĂĄscaras.
Por eso no es de extrañar que la mayorĂa de los juerguistas y manifestantes lleven mĂĄscaras y disfraces.
Los mĂĄs llamativos son los Halubajski ZvonÄari, terrorĂficos personajes paganos con pieles de animales y enormes cabezas de toro estilizadas.
Siempre son los Ășltimos en el desfile, reciben los vĂtores mĂĄs fuertes y son la personificaciĂłn del lema del carnaval:
“ÂĄKrepat, ma ne molat!” (Muere, pero nunca te rindas).
Las vistas desde el Castillo de Trsat
Situado en una colina sobre la ciudad, el barrio de Trsat ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad y de la bahĂa de Kvarner, algunas de las atracciones mĂĄs antiguas e impresionantes de la ciudad, y un sinfĂn de bares y cafĂ©s en los que reponer fuerzas.
El corazĂłn de Trsat es el imponente castillo.
Se remonta a la prehistoria, cuando comenzó como una torre de vigilancia, y fue ampliado y renovado hasta su estado actual por el Conde Laval Nugent, un general irlandés que liberó la ciudad de Napoleón.
En lo alto de una colina sobre la ciudad, esta fortaleza semirrĂgida del siglo XIII ofrece magnĂficas vistas desde sus bastiones y murallas, con vistas al valle del rĂo RjeÄina hasta los muelles, el AdriĂĄtico y la lejana isla de Krk.
La estructura actual fue construida por los duques Frankopan de Krk, pero su Ășltima remodelaciĂłn tuvo lugar en 1824, cuando el conde de origen irlandĂ©s Laval Nugent, comandante del ejĂ©rcito austriaco, comprĂł el castillo y lo hizo restaurar con un romĂĄntico diseño neoclĂĄsico Biedermeier.
Custodiado por basiliscos, el mausoleo de la familia Nugent, de estilo griego, alberga una galerĂa, mientras que en el subsuelo un antiguo calabozo acoge exposiciones ocasionales.
En verano, la fortaleza acoge conciertos, representaciones teatrales y desfiles de moda.
El café-bar al aire libre (abierto hasta medianoche en verano) es un lugar maravilloso para disfrutar de las vistas.
No olvide presentar sus respetos en el Santuario de Nuestra Señora de Trsat, un importante lugar de peregrinación desde 1291.
Al que se llega tras subir 561 escalones, es el santuario mĂĄs antiguo dedicado a la Virgen MarĂa en Croacia.
El Museo Peek and Poke
El Peek and Poke es un museo tecnolĂłgico dedicado a los ordenadores de sobremesa de la vieja escuela, los teclados voluminosos y los videojuegos clĂĄsicos de mano.
No es para todo el mundo, pero si pasĂł su infancia jugando a Atari o incluso a un Commodore 64, este es su lugar.
Dicho esto, el Peek and Poke tiene algo para todo el mundo de todas las generaciones.
Su enorme colección de videoconsolas y ordenadores personales se remonta a los años 60 e incluye desde Nintendo Wiis hasta Sinclair Spectrums.
Hay una cronologĂa de la informĂĄtica domĂ©stica, pero lo realmente interesante es que la mayorĂa de las cosas siguen funcionando, y se anima a los visitantes a jugar con algunas de ellas.
Es una Capital Europea de la Cultura
Junto con Galway (Irlanda), Rijeka ha sido coronada Capital Europea de la Cultura para 2020.
Bajo el lema “El Puerto de la Diversidad”, la ciudad ha creado un calendario de eventos centrados en el agua, el trabajo y la migraciĂłn.
Antiguos complejos industriales se han transformado en espacios artĂsticos, han aparecido esculturas que provocan la reflexiĂłn por toda la ciudad y el carnaval anual promete ser mĂĄs grande y escandaloso que nunca.
El calendario de exposiciones, espectĂĄculos, Ăłperas, conferencias, conciertos y festivales estĂĄ repleto, por supuesto.
Y con la tendencia a la izquierda de la ciudad, estĂĄ garantizado que serĂĄ mĂĄs estimulante que las anteriores Capitales de la Cultura.
Como pionera del punk, el rock y la rave en la región, los aspectos musicales del festival también estån obligados a ser mås animados.
Es la puerta de entrada a la deslumbrante Costa DĂĄlmata de Croacia
Rijeka tiene unas cuantas playas bonitas.
Ploce y Kostanj ofrecen aguas claras y costas rocosas e instalaciones de primera clase.
Y la cercana Opatija fue el primer balneario croata en el siglo XIX.
Pero la verdadera baza de Rijeka es su posiciĂłn central en el Golfo de Kvarner y la amplia selecciĂłn de transbordadores que llegan a su puerto, esperando a llevarle a las brillantes islas y a las ciudades medievales de toda la costa dĂĄlmata.
Los encantos de Istria estån al alcance de la mano, al igual que el archipiélago de Kornati, el mayor conjunto de islas de Croacia y donde se encuentra la encantadora ciudad de piedra de Krk.
Basta con dirigirse al puerto y elegir.
Jadrolinija ofrece un servicio de catamarån a la isla de Rab y a Novalja, en Pag, asà como transbordadores a Mali Losinj, con parada en Cres y las pequeñas islas de Unite, Susak e Ilovik. G&V Line Iadera va a Zadar.
Todo el brillante AdriĂĄtico estĂĄ, literalmente, a su disposiciĂłn.
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