PALAZZOLO ACREIDE
Palazzolo Acreide
Bienvenido Palazzolo Acreide
Pocas personas llegan a Palazzolo Acreide, pero aquellos que lo hacen encuentran una encantadora y tranquila ciudad con una rica arquitectura barroca y algunas de las mejores (y menos publicitadas) ruinas antiguas de la zona.
Historia de Palazzolo Acreide
Palazzolo Acreide suele quedar fuera de los circuitos turĂsticos pese a que conserva el encanto de los pueblos de interior de Sicilia, especialmente gracias a sus edificios barrocos que merecieron el tĂtulo de patrimonio de la Humanidad de Unesco, compartido con el conjunto de pueblos barrocos del Valle de Noto.
Antigua ciudad Griega de Akrai
No es casualidad que los griegos eligieran esta ubicaciĂłn puesto que desde Palazzolo Acreide en un altiplano, divisamos todo la regiĂłn de los Montes Ibleos y las gargantas del valle del rĂo Anapo.
La ciudad medieval original fue abandonada después del terremoto de 1693, tras el cual se construyó un nuevo Palazzolo a la sombra del asentamiento griego de Akrai.
Los restos de la ciudad griega de Akrai, fundada en el 664 a.C, ya nos hablan de la importancia que tuvo como ciudad que enlazaba Siracusa (a 45 km) con el interior de la isla.
Durante el periodo årabe y bizantino la ciudad conservó su importancia, y el aspecto actual se lo debemos a las obras de reconstrucción tras el terremoto de 1693 que arrasó todo el este de Sicilia.
Palazzolo Acreide en la Actualidad
La primera impresión que ofrece la ciudad noble y antigua es que sus piedras, con la complicidad del viento y las extrañas deidades creativas, fueron forjadas por sà mismas.
Como el complejo rocoso dedicado al culto de la diosa Cibeles, la divinidad frigia oriental, identificada con la Gran Madre, parece recordarnos en el ĂĄrea llamada âLos Santonsâ.
En la parte superior de la ciudad hay una zona arqueolĂłgica respetable: los restos de la antigua Akrai, fundada por los siracusanos en 664 a. C. C, un pequeño teatro griego, donde tienen lugar representaciones de teatro clĂĄsico, y otros restos importantes de lugares de culto, entierros, latomĂas y un antiguo decuman.
A partir de la Piazza del Popolo, uno se sorprende frente a la grandeza de la iglesia de San Sebastiano,
En honor al santo, durante la fiesta, se cocinan cudduri, donas de pan tĂpicas que se donan junto con laurel.
El centro de la ciudad es la Piazza del Popolo, una llamativa plaza dominada por el bulto ornamental de la Chiesa di San Sebastiano del siglo XVIII, reconstruida después del terremoto de 1693, la escalera escénica agrega encanto a la fachada con tres órdenes.
El Palazzo Municipale, el ayuntamiento de Palazzolo inspirado en la libertad, de principios del siglo XX.
A lo largo de las dos vĂas principales, Vittorio Emanuele y via Carlo Alberto, se suceden los palacios barrocos levantados en el siglo XVIII, tras la reconstrucciĂłn urbanĂstica que pretendĂa olvidar los efectos del terremoto.
Desde aquĂ se puede dar un corto paseo hacia el norte que le llevarĂĄ a la Piazza Moro, asĂ como a otras dos exquisitas iglesias barrocas, la Chiesa Madre y la Chiesa di San Paolo.
Estas dos iglesias, la primera en el flanco sur de la plaza y la segunda en el lado norte, forman un conjunto teatral de columnas, gĂĄrgolas y flores de lis.
Nos gusta terminar el recorrido de la ciudad âvivoâ con la hermosa fachada barroca siciliana de la Iglesia de la Annunziata con columnas retorcidas emparejadas, tan decoradas que recuerdan dulces arquitecturas de fruta de martorana.
En la cima de la Via Annunziata (la carretera principal que sale de la Piazza Moro) se encuentra el cuarto tesoro barroco de la ciudad, la Chiesa dell’Annunziata, con un portal de columnas giratorias ricamente adornado.
La Anunciación de Antonello da Messina parece haber sido encargada para esta iglesia, ahora guardada en el Museo Bellomo en Siracusa.
En lo alto de un edificio, una placa nos recuerda que el escritor y periodista Giuseppe Fava tuvo su origen aquĂ y, arriba, los restos de las torres del castillo normando que se alzaban sobre el valle de Anapo nos recuerdan cuĂĄnta historia ha pasado bajo este cielo.
Una Ășltima mirada a Palazzolo con sus ojos todavĂa deslumbrados por el âinsareddeâ, las rayas de colores âdisparadasâ por las vacaciones y por la opulencia del barroco.
Palazzolo Acreide y sus Fiestas
Después de todo, la ciudad, cuya antigua opulencia es visible, tiene la reputación de ser una fiestera.
Como lo demuestran los festivales barrocos de San Paolo, a fines de junio, San Sebastiano en agosto y San Michele a fines de septiembre, sin mencionar el tradicional Carnaval, uno de los mås interesantes en esta årea de Sicilia, perpetuamente en competencia con los mås famosos de Acireale.
El 29 de junio, para la fiesta del santo, u giru ro pani, la ronda del pan, se organiza con un carrito que recoge el pan ofrecido por la burguesĂa.
Gastronomia Tipica de Palazzolo Acreide
Y ahora las antiguas pastelerĂas para hacernos boca âduciâ con su tradiciĂłn centenaria: dulces de almendras y nueces de los valles de Palazzolo, combinados con pistacho, miel Hyblean, pralinĂ©s con cafĂ© de nueces y nueces, lunetos de naranja.
Un producto tĂpico de Palazzolo es el DOP ragusano, un queso de pasta hilada producido con leche de vaca.
Los postres para probar son los crispelle, dulces de la Ă©poca navideña a base de harina de sĂ©mola de trigo duro, levadura e hinojo, sazonados con azĂșcar y canela o miel y canela.
La ciudad alberga un puñado de trattorie tradicionales que venden especialidades locales.
Para un dulce estimulante, pasa por Pasticceria Caprice.
Palazzolo Acreide en el Cine Italiano
La provincia de Siracusa pronto fue notada por los grandes directores italianos y Palazzolo tambiĂ©n fue el protagonista de muchas pelĂculas.
El neorrealista Carmine Gallone estaba impresionado y querĂa filmar algunas escenas de Cavalleria Rusticana en 1953; Luigi Zampa en 1975 puso a People of Respect y Franco Zeffirelli su versiĂłn de Cavalleria Rusticana, mientras que Antonio Albanese, la escena inicial de La fama e la Sete e Ficarra y Picone, la estimulante Nati, se cansaron.
QUĂ VER EN PALAZZOLO ACREIDE
A lo largo del Corso Vittorio Emanuele, los palacios barrocos nos recuerdan la presencia de las familias nobles y principales de una ciudad que de ninguna manera es provincial.
Como la del arqueĂłlogo Iudica, a fines del siglo XVIII, el Palazzo Pizzo del siglo XVII, hasta la Iglesia de la Inmaculada ConcepciĂłn, ya Santa Maria di GesĂč, que alberga una obra maestra renacentista del dĂĄlmata Francesco Laurana, una Virgen con el Niño (1471), luego la Iglesia de San Michele Arcangelo y mĂĄs allĂĄ de la Casa Museo Antonino Uccello construida por el etnĂłlogo siciliano en el Palacio Baronial Ferla-Bonelli del siglo XVIII.
En la parte inferior, todavĂa maravillas pequeñas y grandes que crean asombro a nuestros ojos, la Iglesia Madre de San Nicola y la BasĂlica de San Paolo, con su caracterĂstica fachada de torre de tres niveles con pronaos.
Ambas calles confluyen en la Piazza del Popolo, donde la fachada de la iglesia de San Sebastiano se alza sobre la escalinata que da acceso.
El interior consta de tres naves con notables estucos de 1783, y numerosos cuadros entre los que destaca el de S. Margherita da Cortona, ibra de Vito DâAnna.
Otros puntos de interés son la Iglesia de la Inmaculada, la Iglesia de San Paolo, San Michele y San Nicolo, ademås de las mensulas del Palazzo Zocco.
Dentro de la ciudad podemos recorrer cĂĄmara en mano la ruta por los edificios barrocos y sus balcones ricamente decorados don figuras y caras de bella factura.
TambiĂ©n existen otros edificios modernistas estilo Liberty.Â
La visita al museo etnoantropológico situado en la casa museo fundada por Antonino Uccello nos permitirå conocer a fondo las tradiciones populares tan ricas y presentes en la isla.
Como una pequeña rama griega de Aretusea, Palazzolo nació como una avanzada defensiva de Siracusa.
Fue el asentamiento de Akrai, borrado por el tiempo pero no por la historia.
Desde las montañas de Palazzolo, a lo largo de las montañas mĂĄs bajas del Valle dei iblei, la posiciĂłn prominente lo convirtiĂł en un punto de observaciĂłn Ășnico para defender la ciudad.
La ciudad de Palazzolo tenĂa, por lo tanto, en pequeña medida, lo que tenĂa Siracusa.
De hecho, hay un teatro griego, el bouleuterion, los nichos votivos, las latomĂas. Reconstruida, como Noto, despuĂ©s del terremoto, rĂo abajo, se convierte en una flor del barroco, cuyo arte es visible hoy en las iglesias de San Paolo, San Sebastiano, de las SS. Annunziata.
La nobleza local tambiĂ©n querĂa establecer un tono: nacieron arquitecturas elegantes, como las de los palacios Caruso y Judica.
Palazzolo Acreide alberga un interesante museo etnoantropolĂłgico regional dedicado a Antonino Uccello.
El ĂĄrea de exhibiciĂłn conserva varios testimonios de la civilizaciĂłn campesina siciliana
QUĂ HACER â ACTIVIDADES EN PALAZZOLO ACREIDE
La Fiesta de la salchicha en febrero es uno de los eventos importantes que se celebran en Palazzolo Acreide, donde acuden muchos sicilianos, especialmente siracusanos.Â
Otras sugerencias interesantes son la fiesta del patrón local, San Sebastiano, que es a su vez una de las citas religiosas mås conocidas de Sicilia.
De caråcter mås cultural se realiza cada año el festival de teatro clåsico juvenil, que atrae cada año estudiantes de toda Europa que reproducen obras de los grandes clåsicos.
Para terminar podemos recomendar el carnaval, uno de los mĂĄs antiguos de Sicilia y donde podemos ver elementos tĂpicos del folclore isleño como los carrettos.Â
Sugerir Edicion